La eterna búsqueda del delantero centro en el Deportivo

El gol lo es todo en el fútbol. En un deporte de conquista en el que gana quien más veces perfora la portería rival, el talento ofensivo es el gran lujo a pagar en el mercado de fichajes. El elemento diferencial que, en muchos casos, define el potencial final de una plantilla. En esa carrera por encontrar la mejor solución ofensiva, la ganga o el ariete sorpresa que garantice cifras, se encuentra el Deportivo y otra veintena de equipos que, como cada año, se pelean entre sí por llevarse la mejor opción. Un mercado estival más el cuadro coruñés busca 9, una posición en la que no ha encontrado regularidad en más de una década.

Lassad, Lucas Pérez, Miku o Alberto Quiles guardan una semejanza: todos dieron goles al equipo coruñés, pero son los únicos que, en este tiempo, se pudieron considerar titulares durante, por lo menos, dos temporadas consecutivas, y en ambas garantizando cifras. El francotunecino se despidió de A Coruña en 2012 tras un par de cursos siendo la primera opción en la punta de ataque. Intercalaba muchas veces con Riki, aunque acabó el año del ascenso con más de 2.000 minutos y 14 goles a su favor, partiendo cinco veces más de inicio que el de Aranjuez.

Sin embargo, desde el paso de ambos por el club, el Deportivo no ha tenido regularidad en su delantero titular, cambiado casi cada año de referencia. Riki se asentó en Primera en la 12/13 con 13 dianas, después, pasaron por el club Borja Bastón, Toché e Ifrán (13/14). Ninguno se consolidó a posteriori.

Oriol Riera y Lucas fueron los que más minutos acumularon en la 14/15, el coruñés repitió un año después con su año prolífico: 17 tantos en 36 encuentros. Tras su salida, el elegido fue Florin Andone (12 goles en 32 titularidades), aunque el rumano perdió su condición indiscutible una temporada después, con Lucas de nuevo en escena e incluso Adrián López. Para la 18/19 fueron Carlos Fernández y Quique González (máximo goleador reciente del Dépor en una sola temporada con 16 dianas). Ninguno siguió en la entidad coruñesa tras Mallorca.

El Dépor reclutó entonces a Mamadou Koné, estaba Christian Santos y, en enero, llegó Sabin Merino. Ninguno se asentó en la entidad, y ya en Segunda B entró en escena Miku Fedor, quien se hizo dueño del 9 durante las siguientes dos campañas. El venezolano dejó paso a Alberto Quiles, eso sí, con la excepción de que el onubense, en realidad, partía en sus mejores encuentros desde la banda derecha. Aunque compaginó también la zona de referencia, su mejor nivel llegó acompañado. El mismo caso que vivió Lucas Pérez en su última etapa de blanquiazul. Max Svensson e Iván Barbero fueron ocupando una plaza que volvió a quedar vacante tras ascender a Segunda División.

El de Roquetas del Mar fue clave para promocionar de categoría. Sin embargo, no contó con la misma confianza en la 24/25, en especial a partir de enero, donde la dirección deportiva apostó por incorporar a Zakaria Eddahchouri. Antes, en verano, había llegado Mohamed Bouldini, sin éxito para hacerse con las riendas del gol. Los 7 tantos y 5 asistencias no han servido a un Barbero que acaba contrato en 2026 y sabe que el Deportivo contratará un atacante más.

Fernando Soriano reconoció que busca un delantero. Otro más para intentar hacerse con el 9 que aporte estabilidad al ataque de una vez por todas. Continuidad a la posición más demanda cada verano. Durante todo este tiempo ninguno tuvo tres cursos consecutivos aportando más de una decena de goles al cuadro blanquiazul. Es el objetivo para maximizar el talento ofensivo, para acompañar a Yeremay, Mella y Mario Soriano. Una búsqueda eterna para una posición siempre difícil de cubrir.