Los retos de Dani Barcia en el Deportivo 25-26: «Tiene que ser un año de mayor confirmación»

El Deportivo apunta a revolucionar su línea de centrales la próxima temporada 2025-26 tras la salida de Jaime Sánchez y Pablo Martínez y la posibilidad de que Pablo Vázquez también deje el club o acepte un rol más secundario en la plantilla. En el ramillete de centrales de Antonio Hidalgo hay actualmente una única certeza sobre la que el técnico catalán construirá la línea defensiva: Dani Barcia. El central de Cambre culminó su segunda temporada en el primer equipo asentado como un defensor de garantías a pesar de ser su estreno en división de plata. Ahora, el canterano blanquiazul afronta un nuevo curso en el que tendrá que dar un paso más al frente para comandar la zaga y poner sus virtudes al servicio de la propuesta de juego de Hidalgo.

«A expensas de las salidas y las llegadas en la línea de centrales, el próximo tiene que ser un año de mayor confirmación, si cabe, para Dani Barcia», apunta el analista José Ángel Salgado, Peli, que destaca las virtudes que hacen del jugador formado desde niño en Abegondo un perfil idóneo para el fútbol actual. «Entiende muy bien el manejo de la línea. Tiene buenos conceptos defensivos individuales y grupales. Está atento a las basculaciones y tiene conceptos al contemporizar en los uno contra uno», enumera Peli.

A todas esas nociones defensivas se une, además, su capacidad para salir desde atrás con el balón. Esa habilidad, estima el analista, puede ser un factor diferencial en la propuesta de juego que pueda utilizar Antonio Hidalgo en el Deportivo. «En el Huesca manejó a menudo una línea de tres centrales. Es un esquema al que Barcia tendría que amoldarse, pero yo le veo con la capacidad suficiente para ser central en el perfil izquierdo, donde pueda ser una garantía en salida de balón», apunta Peli.

Condiciones físicas

«Barcia defiende más por conceptos que por condiciones. Si es capaz de dar ese paso adelante en el aspecto físico, tendremos un central muy interesante para el fútbol de hoy en día», explica el experto. El central formado desde niño en Abegondo ya dejó buenas pinceladas de su nivel en el primer equipo en curso del ascenso de Primera RFEF a Segunda, aunque solo jugó 12 partidos. En esta temporada que acaba de finalizar, Barcia logró ganarse el puesto de titular, junto a Pablo Vázquez, a base de consistencia.

El jugador de O Temple alió de inicio en todos los partidos que disputó. Sin embargo, las lesiones le dejaron en el dique seco durante demasiadas jornadas. Únicamente participó en 16 duelos a lo largo de una temporada con 42 jornadas. En noviembre sufrió una lesión muscular que le dejó fuera de los terrenos de juego durante mes y medio. A comienzos de abril, un desgarro de recto femoral de su pierna izquierda le hizo decir adiós a la temporada. Ambos percances llegaron cuando más había conseguido asentarse en el once titular de Óscar Gilsanz.

El aspecto condicional, cree José Ángel Salgado, es el principal aspecto en el que Barcia tendrá que dar un paso al frente para seguir su evolución como el guardián de garantías de la defensa del Dépor. «Nos centramos en la progresión de los jóvenes en cuanto a su capacidad táctica y técnica, pero a veces no le damos la verdadera importancia al plano físico. En estos chicos jóvenes como Barcia, Mella o Yeremay, este aspecto es muy importante para rendir en puestos tan relevantes como el de central», apunta. Añade, además, que el nivel de Segunda División exige ver esa progresión en Dani Barcia para que pueda hacer frente a los atacantes rivales. El central de Cambre afronta un curso trascendental en el que sus virtudes marcarán, en buena medida, los objetivos que el Deportivo tendrá que imponerse a sí mismo.