Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Fútbol | Deportivo

2-1 | El Deportivo se desorienta en Santander

Encadena ante el Racing su segunda derrota consecutiva tras dejarse remontar el gol en propia puerta de Mantilla en un duelo con errores en defensa y poca pegada en área rival | Stoichkov y Noubi rozaron el empate en los minutos finales, pero faltó acierto

Daniel Abelenda Lado

Daniel Abelenda Lado

A Coruña

El Deportivovivió con solvencia las ocho primeras jornadas de liga, en las que la derrota parecía un mal ajeno a la realidad blanquiazul y en el que las sensaciones alimentaban a una máquina cada vez más engrasada. Lo que se torció en Málaga parecía poder enderezarse en un duelo directo por la zona noble y, quizá, el liderato, ante un Racing que zozobraba en las últimas semanas. La media hora en la que los pupilos de Hidalgo mandaron en el marcador, gracias a un gol en propia de Mantilla, resultó insuficiente para llevarse los tres puntos del Sardinero. El Racing remontó (2-1) con una actuación diferencial de Jeremy Arévalo, que forzó el empate de Facu González con un cabezazo al filo del descanso y confirmó el triunfo santanderino a media hora del final. El Dépor se desorientó por momentos y logró encontrarse para soñar con el empate en los minutos finales, pero se encontró con la oposición casi milagrosa de Ezkieta. Segunda derrota consecutiva en un día en el que los errores en defensa y la falta de eficacia en ataque volvieron a ser pecados capitales.

No era un duelo más sencillo para un Deportivo que necesitaba recuperar las sensaciones perdidas en La Rosaleda. No lo era por el rival, un Racing que llegaba empatado a puntos y con la exigencia de encontrar la estabilidad perdida en las últimas jornadas. Pero era, al mismo tiempo, la oportunidad idílica para enseñar las virtudes con las que el equipo escaló al liderato.

Hidalgo recuperó mimbres para armar una defensa que mutó con y sin balón: una línea de cuatro para atacar y una de cinco, con Mella y Luismi en los costados y Quagliata, adaptado como central izquierdo, en el eje. El Dépor sabía que tenía que recuperar la solidez perdida en Málaga para recuperar su identidad. Lo hizo cuando Barcia cortó un pase peligroso de Íñigo Vicente en la línea de fondo y le secundó Parreño en la jugada posterior, un disparo de Peio Canales desde la frontal tras un saque de esquina. El Dépor respondió con una volea de Mella que murió en las manos de Ezkieta. El primer intercambio de golpes cayó del lado blanquiazul gracias a un desmarque perfecto de Soriano a la espalda de la defensa en el área. El madrileño puso un centro raso sobre la línea de gol, donde Mantilla introdujo el balón en su propia portería al tratar de cortar el pase que iba hacia Eddahchouri (0-1).

Sonreía la parroquia deportivista en la grada visitante del Sardinero con un equipo que todavía tenía mucho que resistir ante un Racing que buscó una reacción inmediata. La zaga blanquiazul se blindó. Barcia se afanó en despejar cualquier envío peligroso hacia el punto de penalti. Los cántabros confiaron en Andrés Martín, que sufrió al contener a Yeremay en defensa y al superar a Quagliata en la derecha y probó más y mejor fortuna por el otro costado, aunque le faltó acierto en el remate. De tanto en cuanto, el Dépor también se prodigó en ataque con contragolpes tan veloces como letales. Eddahchouri rozó el 0-2 tras una galopada que finalizó con un tiro con rosca que buscaba el segundo palo y a punto estuvo de encontrarlo.

A medida que el reloj se aproximó al descanso, el Racing volvió a subir un par de marchas con varios tiros desde la frontal que siempre encontraron la oposición de Parreño y algún balón muerto en el área que Quagliata convirtió en una falta a favor cuando Arévalo se disponía a fusilar. El castigo llegó en el añadido. El ariete ecuatoriano del Racing cabeceó un centro desde la izquierda y Germán logró desviarlo, pero el balón fue a parar a los dominios de Facu González. El uruguayo embocó de cabeza en una posición que generó dudas por una posible mano, pero el árbitro validó el tanto sin ir a revisar la acción al monitor y el empate del Racing antes del descanso (1-1).

Antonio Hidalgo intentó cambió el rumbo de un partido en el que el Dépor se diluyó con el paso de los minutos. Metió a Mulattieri por Zaka e incrustó a Gragera entre Loureiro y Barcia para dar más verticalidad a Quagliata y libertad a Luismi para asociarse con Mella en la derecha. El plan funcionó en los primeros instantes, en unas combinaciones que terminaron con una caída de Yeremay en el área en la que el árbitro no vio ninguna infracción.

El Racing se recompuso rápido y comenzó a generar más peligro en las botas de Arévalo. El ecuatoriano probó la cepa del poste con un tiro muy escorado. El Dépor le vio las orejas al lobo y metió a Noubi por Gragera para apuntalar el eje de la defensa, pero el delantero del Racing no perdonó dos veces. Peio Canales recibió en el área y puso el pase de la muerte para que el ariete, liberado de la presión de Loureiro y el recién ingresado Noubi, batiese a Parreño con facilidad (2-1).

Antonio Hidalgo volvió a agitar el árbol con el marcador adverso en un tramo en el que el Racing, lejos de contentarse con la ventaja, olió la sangre. El catalán metió a Stoichkov por Barcia y a Escudero por Quagliata para, poco después, cambiar a Soriano por Rubén. Los cántabros aprovecharon esos primeros instantes para hacer mucho daño entre líneas e inquietar a una defensa que, por momentos, achicó aguas.

La entrada del canterano en eje del centro del campo ayudó a equilibrar a un equipo que, poco a poco, logró inquietar más en el área rival. Pero se encontró con la versión más inexpugnable de Ezkieta. Mulattieri recibió el balón en la frontal y remató, con más apuro que acierto, un balón que terminó en la grada. Tomó ejemplo Stoichkov, que un minuto después cazó botando un centro al segundo palo. Empaló, pero el portero del Racing estuvo muy atento para desbaratar la ocasión.

El Dépor quería creer, pero le faltaba la fortuna y la chispa, imprescindibles para quebrar a un Racing que creía con el público de su lado. Stoichkov pudo empatar en un pase que le filtró Mella, pero que convirtió en un tiro muy flojo por el que pidió una posible cesión al portero. Nada tuvo que decir Lax Franco sobre la acción.

Los blanquiazules insistieron aun cuando ya casi no quedaba tiempo e, incluso, lo hicieron por medio de actores poco habituales. Loureiro transformó un centro pasado al área en un pase perfecto para que Noubi le pegase a portería vacía en el corazón del área. El belga tiró presionado y Ezkieta apareció como salvador para enviar el balón a córner y evitar el empate del Dépor. Ni siquiera Yeremay, que también puso de su parte en el tiempo añadido, fue capaz de aliviar la frustración blanquiazul que creció sin remedio con cada acercamiento sin fortuna a la portería del Racing. No hubo premio sobre la bocina y el Deportivo dejó volar otros tres puntos en Santander.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents