Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

El Zaragoza-Deportivo, un partido a escondidas para el deportivismo

El club maño, en un estadio provisional, no facilitó entradas para aficionados visitantes ni dejará entrar con simbología blanquiazul

Más de 300 aficionados disfrutaron del encuentro en Ipurua.  Un rincón del estadio armero se tiñó de blanquiazul durante la séptima jornada de Liga, que contó con más de 300 aficionados deportivistas. Se hicieron notar en la grada de Ipurua, aunque se terminaron llevando el varapalo del empate en los instantes finales. Además, algunos aficionados visitantes encontraron hueco en otros sectores del estadio.

Más de 300 aficionados disfrutaron del encuentro en Ipurua. Un rincón del estadio armero se tiñó de blanquiazul durante la séptima jornada de Liga, que contó con más de 300 aficionados deportivistas. Se hicieron notar en la grada de Ipurua, aunque se terminaron llevando el varapalo del empate en los instantes finales. Además, algunos aficionados visitantes encontraron hueco en otros sectores del estadio.

Carlos Miranda

Carlos Miranda

En el Sámano-Deportivo que estrenó la Copa del Rey se pudo ver una exhibición solvente en el campo y una fiesta de dos aficionados en la grada a las que no les importó compartir espacio y fiesta. Camisetas naranjas y blanquiazules se mezclaban sin ningún tipo de problema. No ocurrirá lo mismo este fin de semana en Zaragoza. Las fiestas en el fútbol profesional están más restringidas.

El Real Zaragoza se encuentra en pleno proceso de construcción de la nueva Romareda para el Mundial 2030 y ha tenido que mudarse a un estadio provisional, denominado Ibercaja, mientras no concluyen las actuaciones en su casa. Esta circunstancia reduce su maniobrabilidad para atender la demanda interna y externa de localidades para todos sus partidos. Lo pagan sus aficionados, también los equipos visitantes, a los que no se les facilita entradas para los partidos de Segunda en la capital maña. Al Dépor no han llegado billetes, como ocurre cada quince días, salvo un puñado en concepto de intercambio institucional. El nuevo estadio tiene un aforo para 20.000 espectadores y cuenta con 18.000 socios. A ningún club le ha mandado localidades para sus seguidores. Solo sacan unas pocas a la venta por taquilla o web por normativa.

Sin camisetas ni bufandas

Se da la circunstancia, además, que los pocos aficionados deportivistas que consigan acceder a la grada presenciar el partido no podrán portar ninguna simbología relacionada con el Dépor. Es esta una medida que permite las normas de seguridad de la competición, aunque hay clubes que ejercen esta potestad y otros no, en aras de la convivencia de aficiones en la grada. Así, el Dépor no puso ningún tipo de cortapisa a los aficionados rojiblancos que vinieron hace poco a A Coruña a ver el Dépor-Sporting. De esta manera y con todos estos condicionantes, a los deportivistas les tocará vivir de manera furtiva este Zaragoza Deportivo al que llegue el equipo maño como colista y al conjunto blanquiazul en pleno bache, aliviado levemente por el triunfo en Copa.

El Deportivo no regresa estos días a A Coruña y esta entrenándose en el País Vasco, zona de enlace entre su viaje desde Castro Urdiales a Zaragoza. Ya durmió anoche en Bilbao, se entrenó hoy en Lezama. Antonio Hidalgo dosificó ayer los minutos de sus jugadores y estará pendiente en el día de hoy de futbolistas como Arnau Comas, que tuvieron que ser sustituidos al descanso tras sufrir una mala caída y un golpe con su cabeza en el césped tras un despeje ante el Sámano.

Tracking Pixel Contents