La venta de coches en Galicia cae un 27% durante 2008, el peor año del sector

El sector del automóvil atraviesa por su peor momento comercial. Las ventas en Galicia se desplomaron en diciembre un 40,7% con respecto al mismo mes de 2007, mientras que a lo largo de 2008 bajaron un 27% en términos interanuales. Se trata de la segunda comunidad donde menos han caído -el País Vasco es la primera con un 38,5%-. Unos porcentajes que se sitúan por debajo de los descensos registrados en el conjunto nacional, donde la caída ha sido del 49,9% durante el mes pasado y en relación al mismo mes del año precedente, y de un 28,1% (1.161.176 unidades) en el período de enero a diciembre, lo que supone el mayor descenso interanual de ventas de la historia. Así lo informaron ayer las asociaciones de fabricantes (Anfac) y de vendedores (Ganvam) de automóviles

Mientras la reducción de matriculaciones de estos segmentos en el primer semestre del año fue del 17,2%, en el periodo julio-diciembre la caída se elevó hasta el 39,2%, una evolución agravada por los comportamientos de los dos últimos meses de 2008, con desmoronamientos cercanos al 50%. En el desglose por segmentos, los turismos matricularon en el año 1.069.255 unidades, un 26,8% menos que las 1.459.791 del ejercicio precedente, mientras que en diciembre las 64.292 matriculaciones redujeron el registro un 48,9% respecto a las 125.887 unidades del mismo mes de 2007.

Los todoterrenos sufrieron un fuerte batacazo después de tres años consecutivos de matriculaciones récord y cerraron 2008 con 91.923 unidades, un 40,7% menos que las 155.044 del año anterior, en tanto que en diciembre, con 8.085 matriculaciones, redujeron un 56,4% el dato del mismo mes de 2007, con 18.554 unidades.

Por canales, los particulares bajaron sus compras en el mes un 48,4% y en el acumulado anual el 30,3%, mientras que la compras de las empresas de alquiler cayeron en diciembre hasta el 63,3% y en los doce meses el 13,3%.

Anfac y Ganvam reiteraron que datos como los del cierre de 2008 urgen a la Administración pública a tomar medidas de choque como las adoptadas en otros países de la UE y, frente a ellas, aludieron a la eliminación del Impuesto de Matriculación que, consideran, "tendría un fuerte impacto y un efecto inmediato sobre los consumidores".

El director general de Anfac, Luis Valero, no eludió la gravedad de la situación para el sector y reconoció que 2008 fue un "año muy negativo que desde el principio tuvo mala cara y se agravó con el desplome en la segunda mitad del ejercicio". Valero apuntó que el año iniciado el pasado jueves tiene también "mala pinta", pues se parte de una previsión de caída del 10%, lo que puede implicar cerrar el ejercicio por debajo del millón de unidades.

Para el directivo de Anfac, el mercado automovilístico español ha sido un reflejo de la crisis y de las "claras consecuencias" que ha tenido para la cadena de valor de la industria; es decir, el empleo, la producción y las actividades auxiliares. Los factores concretos de este comportamiento, a su juicio, se han resumido en los problemas de financiación de los consumidores, la desaceleración económica, la eliminación del Plan Prever y los precios punta de los carburante que "han conformado esta gran bola de nieve, al final, imparable".

Llenar el depósito de un turismo con capacidad para 50 litros de gasóleo cuesta 25 euros menos que el pasado verano, cuando los carburantes alcanzaron precios máximos, mientras que el lleno de gasolina de 95 octanos es 23 euros más barato. Según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea, el litro de gasóleo llegó a costar en julio 1,328 euros, mientras que el de gasolina se vendía a 1,276 euros.

Actualmente, según publica la página web del Ministerio de Industria -que recoge los precios de más de 7.000 gasolineras de toda España-, el diésel cuesta una media de 0,828 euros y el de gasolina 0,816 euros por litro, con lo que se sitúan en niveles no vistos desde 2005. Estos precios suponen diferencias del 37%, en el caso del gasóleo, y del 36%, en el de la gasolina.

El año también comienza con una reducción del diferencial entre ambos carburantes, que se sitúa en 1,2 céntimos favor del diésel.