La Xunta triplicará sus beneficios en parques eólicos en los próximos años

La tan discutida participación pública, uno de los criterios fijados en el macroconcurso eólico gallego, deja en manos de la Xunta más de 300 megavatios (MW) de los 2.200 repartidos la pasada semana. Ni las mejores previsiones de la Consellería de Innovación apuntaban tan alto. Claro que muchas de las empresas, las grandes energéticas sobre todo, pasaron de amenazar con llevar el requisito a los tribunales para impugnarlo a reservar en sus proyectos por encima del 20% del capital para la Xunta, que articulará su presencia en las instalaciones a través del Instituto Enerxético Galego (Inega).

Los cálculos iniciales del departamento que dirige Fernando Blanco prevén unos ingresos anuales por su cuota en los aerogeneradores superiores a los 30 millones de euros. Eso, cuando empiecen a funcionar. Porque el beneficio se triplicará a partir de los 15 años cuando estén a pleno rendimiento y en virtud de las fórmulas de copropiedad recogidas por los promotores.

Serán contratos muy parecidos a los que hoy tienen ya los dueños de los 130 parques que funcionan en territorio gallego con los titulares de los terrenos. El reparto de dividendos aumenta a la vez que se eleva la rentabilidad. A partir de un determinado momento, cuando se da por amortizado el recinto, la distribución de las ganancias se dispara. De ahí la previsión de que lo que llegue a las arcas públicas gallegas por la participación en el negocio del viento se vaya a multiplicar por tres en los próximos años. "Es un impacto importante", señala Fernando Blanco. "Sin contar -añade- con el cobro de impuestos y otros conceptos asociados".

En la recaudación fiscal relacionada con los parques eólicos -reconocidos por el Tribunal Supremo como bienes inmuebles de características especiales, con un tipo impositivo tres veces más elevado que hasta ahora- tienen mucho que decir los concellos. A ellos irá vía impuestos parte de los beneficios generados por los 29 proyectos que lograron el beneplácito de Innovación; pero también el 40% de los ingresos por la participación pública prevista para el Gobierno gallego. Es decir, hasta 12 millones al año durante los primeros ejercicios de actividad.

Los principales destinatarios de estos fondos serán los ayuntamientos de Baralla (en la provincia de Lugo), donde están contemplados cinco de los nuevos parques, los de Dumbría y Zas (A Coruña), Becerreá (Lugo) y Campo Lameiro (Pontevedra), con cinco recintos de aerogeneradores cada uno de los aprobados en la resolución de la Consellería de Innovación. Con tres instalaciones, los municipios de Vimianzo, Cee, Cerceda y Outes (A Coruña), A Pastoriza, Fonsagrada, Abadín y Baleira (Lugo) y A Estrada, Forcarei, Cerdedo y Moraña (Pontevedra).

En total, hay 94 concellos en los que está previsto construir nuevos parques, 30 de ellos en la provincia de A Coruña, 26 en la de Lugo, 23 en la de Pontevedra, y otros 15 ourensanos. Casi un 40% de la potencia a instalar se ubicará en municipios coruñeses (848,8 MW); 678 MW en Lugo; 315,9 MW en la de Pontevedra; y el resto, en la de Ourense o en instalaciones que ocupan más de una provincia. Los gobiernos locales deberán presentar un proyecto de desarrollo rural o medioambiental, que se financiará con cargo a los beneficios que reciba la Xunta. Lo mismo que las comunidades de montes, que tendrán derecho a un 10% de los beneficios.

Las críticas a la resolución del concurso siguen llegando desde los ecologistas, que ayer reiteraron su petición para que se suspenda el reparto. La Federación Ecoloxista Galega va más allá incluso y exige la dimisión del conselleiro de Innovación por considerar "muy graves" sus declaraciones de que la aprobación de los proyectos se ha hecho en base a la situación actual de la Red Natura. "Sin tener en cuenta -se quejan-las ampliaciones previstas". "Es propio de políticas reaccionarias agitar el fantasma de la energía nuclear para justificar el nuevo paquete de megavatios sin ningún tipo de criterio de planificación y ordenación territorial", añaden.

El vicepresidente da Igualdade e o Benestar, Anxo Quintana, aseguró ayer que el BNG es el único partido capaz de decidir "la ordenación del sector energético" sin presiones de grupos mediáticos o energéticos. Quintana hizo estas declaraciones en A Coruña tras asistir a la presentación del libro de José Luis Barreiro Rivas Vontade de nación: unha conversa con Anxo Quintana. El vicepresidente presumió de que las transformaciones que hace el BNG "no sólo son muchas sino que para algunos son tremendamente revolucionarias" en referencia al concurso eólico y añadió: "Quizás sea el BNG la única fuerza política que puede tomar una decisión como la ordenación de nuestro sector energético sin tener que pedirle permiso a ningún grupo mediático ni a ningún grupo de presión, ni preguntando al consejo de Administración de ninguna empresa energética".