Acciona, Fenosa y Jove pidieron parques eólicos en la Red Natura

Treinta de los proyectos presentados al concurso de Innovación preveían instalaciones en terrenos protegidos y más de un centenar no acreditaron suficiente capacidad de inversión

Julio Pérez | Vigo

A la valoración final del histórico concurso eólico que acaba de resolver la Consellería de Innovación no llegaron todos los proyectos presentados. Ni mucho menos. De las casi 1.000 propuestas para nuevos parques, más de 250, una cuarta parte, se quedaron por el camino porque no cumplían con los requisitos establecidos en las bases del reparto. Como que las instalaciones solicitadas ocupaban terrenos amparados por la Red Natura, uno de los asuntos más espinosos en el proceso, que ha levantado una intensa polémica entre el departamento que dirige el nacionalista Fernando Blanco y la Consellería de Medio Ambiente, a cargo del socialista Manuel Vázquez.

Muchas de las grandes firmas energéticas que no se colaron entre la relación de ganadores o que consiguieron muchos menos megavatios (MW) de los que esperaban cometieron el error de pedir molinos en terrenos protegidos. Es el caso de Acciona, de Unión Fenosa, de Iberdrola, de la alianza entre Energías de Portugal (EDP) y Hidrocantábrico o de Manuel Jove en solitario y con el resto de socios que fundaron Inverabán, la sociedad que en teoría se comprometía a gestionar el traslado de Ence, aunque lo que realmente ofrecían era sólo analizar el posible cambio de ubicación.

Así hasta un total de 30 peticiones, que según consta en la información que están recibiendo los candidatos, se quedaron en la segunda criba.

Por esta misma causa, la ampliación que pedía Sotavento, encargado del desarrollo de un parque experimental entre las provincias de A Coruña y Lugo y que, paradójicamente, cuenta en su capital con una elevada participación de la propia Xunta de Galicia, no prosperó.

Otras 20 solicitudes se quedaron también en esta misma fase del proceso al demandar parques que ya están autorizados o admitidos a trámite de anteriores repartos. Entre ellas, dos de las instalaciones promovidas por Andavía -la empresa impulsada por Coren, el grupo Copasa y los Tojeiro, dueños de Gadis- y dos más de las solicitadas por el empresario Jacinto Rey, presidente de la constructora San José.

La falta de capacidad económica también tumbó una buena parte de las solicitudes. Hasta 140. Algunos ejemplos muy evidentes, como el de Martinsa Fadesa, inmersa en el mayor proceso concursal de la historia de España.

Otros más sorprendentes, como todas las peticiones de Gaelic Wind, en la que está detrás Fernando Roig, el máximo accionista y presidente del Villareal y uno de los nombres más conocidos en el mundo de los negocios en Valencia, y que tampoco cumplía con las condiciones técnicas; o dos de los parques solicitados por Manuel Cortizo, de Aluminios Cortizo.

Gamesa, que logró más de 100 MW en la resolución, se quedó a las puertas con una de las sociedades con las que optaba, Xeración Eólica de Galiza. La comisión detectó falta de capacidad legal en siete parques. Se trataba de una unión temporal de empresas, una fórmula vetada en las bases del concurso.

De nuevo la división de renovables que Unión Fenosa tiene con Enel figura en el listado de promotores desistidos que está llegando a las empresas participantes. Tres de los recintos que pedían no estaban incluidos en ninguna de las áreas de desarrollo eólico previstas en el actual plan sectorial y obviaron la obligación de solicitar expresamente una nueva área para que luego fuera contemplada en la reforma prevista del plan.

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