La automoción elimina 7.000 empleos en Galicia y se queda sin eventuales

La industria gallega del automóvil se enfrenta a uno de los momentos más delicados de toda su historia. La caída de la producción ha forzado a las empresas gallegas a suprimir desde el pasado mes de septiembre más de 4.000 puestos de trabajo -la inmensa mayoría, temporales- en Galicia, cifra que se disparará hasta los casi 7.000 en abril con los nuevos recortes confirmados por PSA Peugeot Citroën y su anillo de proveedores. A esta supresión de empleos, que deja al sector casi sin trabajadores eventuales, hay que sumarle el medio centenar de expedientes temporales presentados hasta el momento por las empresas de componentes, que afectan ya a casi 4.000 personas. Ante la "gravedad de esta situación", las centrales sindicales reclaman con urgencia una "mayor coordinación" a todas las administraciones para articular ayudas para la industria y evitar la pérdida de más puestos de trabajo.

Los sindicatos aseguran que los recortes en el motor de la economía gallega comenzaron después del verano, coincidiendo con el descenso de la producción en PSA Peugeot Citroën, y que se acelerarán en los próximos meses. Según las estadísticas de la Consellería de Traballo, en el último año se han presentado tres expedientes de extinción (Visteon, Draka y Cableados Auto) en Galicia, a los que se añade el cierre de las instalaciones de Prevent en el concello de Mos, que deslocaliza su producción a los Balcanes y deja en la calle a 200 trabajadores. En total, sólo estas cuatro firmas eliminaron literalmente 445 puestos de empleo.

Citroën

No obstante, el grueso de los recortes lo concentra la propia PSA Peugeot Citroën, con la no renovación de contratos temporales y la supresión definitiva del turno de noche. Según los datos hechos públicos la semana pasada por la propia empresa, la factoría contará el próximo mes de abril con una plantilla de 6.800 trabajadores, frente a los 9.700 que tenía a comienzos de 2008. En total, eliminará 2.900 empleos. La multinacional justifica la medida por una caída en la producción cercana al 50% el presente año, en el que prevé fabricar 298.000 vehículos. Tampoco descarta presentar un expediente de regulación de empleo (ERE), al igual que las industrias de componentes.

Éstas, según cálculos de las centrales sindicales, suprimieron ya el año pasado 1.500 puestos de trabajo temporales para ajustarse a la demanda del mercado, y el propio Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (CEAGA) cifró en 2.000 trabajadores más el excedente que podría suprimir en los próximos meses por los cambios en la planta de Citroën.

Por otra parte, hasta ayer se habían solicitado en Galicia medio centenar de ERE, de los que sólo tres fueron desestimados por la autoridad laboral. El último en presentarse ha sido el de la multinacional Trèves en Pontevedra (el tercero), que plantea mandar al paro a 150 trabajadores durante 21 días, sumándose a los 23 ya aprobados por la Delegación de Traballo los meses anteriores. El mayor expediente aprobado ha sido en cambio el de GKN Driveline, que afectará a 799 trabajadores durante los siete primeros meses del año.

El número de expedientes de regulación sería incluso mayor si en diciembre el Gobierno gallego no hubiese articulado una serie de ayudas a la formación para compensar el descenso de la producción de PSA Peugeot Citroën ese mes (produjo poco más de una semana).

De los 10 millones de euros dedicados a este fin, las industrias gallegas sólo reclamaron siete, según confirmó ayer el conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio. Este responsable de la Xunta explicó que los tres millones restantes no se perderán y que las empresas todavía pueden solicitarlos. "La línea de ayudas sigue abierta, por lo que no hay renuncia por parte de ningún sector ni pérdida de dinero", argumentó ayer en un acto en Ourense. "Nuestro objetivo es mantener el tejido productivo", concluyó.