La CE prevé una recesión más grave que la que augura el Gobierno y un paro del 19%

La Comisión Europea es más pesimista que Solbes y prevé que el PIB español se contraiga este año el 2%, un retroceso acompañado de un fuerte aumento del desempleo hasta los 4 millones de parados

Joaquín Almunia, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea.

Joaquín Almunia, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea. / f. lenoir

Agencias

Bruselas

Sólo tres días después de que el Gobierno anunciara sus nuevas previsiones macro, la Comisión Europea (CE) ha dibujado un panorama mucho más adverso aún para la economía española. Según Bruselas, la economía española se contraerá este año el 2%, el déficit público llegará al 6,2% del PIB y la destrucción de empleo llevará la tasa de paro al 16,1% de la población activa. Además, mientras el resto de grandes economías de la UE volverá a crecer en 2010, el PIB español seguirá cayendo (el 0,2%), el déficit sólo se corregirá ligeramente (5,7%) y el desempleo continuará subiendo hasta el 18,7% de la población activa y alcanzar los cuatro millones de parados.

Bruselas es todavía más pesimista que el Gobierno español, que el viernes revisó drásticamente sus cálculos y pronosticó una caída del PIB nacional en 2009 del 1,6% y que la recuperación comenzaría ya en 2010. Sin embargo, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, explicó que España tardará más que sus socios en volver al crecimiento por el fuerte ajuste de la vivienda. Almunia señaló que la corrección en este sector "es más difícil y toma más tiempo" que en otros y recordó el peso que tiene la vivienda en la economía nacional.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, reafirmó que la economía española tocará fondo este año y volverá a crecer en 2010 y descartó que el desempleo llegue, como vaticina la Comisión Europea, a casi el 19% de la población activa en el próximo ejercicio. "Creemos que esa cifra (de paro) no se va a alcanzar", aseguró Solbes, que descartó también que el desempleo pueda afectar a cuatro millones de trabajadores.

"No veo en estos momentos que el paro alcance a cuatro millones de trabajadores", agregó el vicepresidente, que explicó que las cifras de la CE parten de hipótesis (sobre evolución de la población activa y la tasa de PIB a partir de la que España genera empleo) que, como en toda previsión, son discutibles.

Según los últimos datos dados ayer a conocer por Eurostat, la oficina estadística comunitaria, España volvió a liderar en noviembre pasado las caídas de la construcción dentro de la UE, con un retroceso del 9,6% respecto al mismo mes de 2007. En el conjunto de la eurozona, la producción de la construcción cayó el 4,7% y en la UE lo hizo el 4,2%.

Almunia también se refirió al elevado déficit por cuenta corriente de la economía española, "en unos momentos en que la financiación es un cuello de botella clave".

El Ejecutivo de la UE atribuye la brusca desaceleración de la economía española (en 2008 el crecimiento fue del 1,2%, frente al 3,7% de 2007) al endurecimiento del mercado de crédito, que repercutió en el consumo privado y la inversión. Dado que el acceso al crédito no ha mejorado y ante las negativas perspectivas del mercado laboral, el consumo de las familias sufrirá una fuerte contracción este año, en tanto que la inversión en equipo seguirá la senda descendente de la construcción residencial.

Bruselas considera, sin embargo, que las medidas fiscales adoptadas por el Gobierno, centradas en impulsar la inversión en infraestructuras, limitarán la caída de la inversión en construcción. La consecuencia más grave de la crisis se producirá en el mercado laboral. La Comisión espera que España siga destruyendo empleo (caída del 3,9% en 2009 y del 2% en 2010) y que la tasa de paro se dispare hasta el 16,1% en 2009 y el 18,7% en 2010. Las cuentas públicas, que ya tuvieron déficit el año pasado (del 3,4% del PIB), seguirán empeorando, teniendo en cuenta todas las medidas coyunturales aprobadas por el Gobierno. Bruselas cree que el déficit llegará al 6,2% en 2009 y al 5,7% en 2010, muy por encima del límite del 3% del PIB que establece el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. En consecuencia, se interrumpirá la senda de reducción de la deuda pública, que pasará del mínimo del 36,2% del PIB alcanzado en 2007 al 53% del PIB en 2010.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se dirigió ayer al sector financiero y a los ciudadanos para exhortar a los primeros a que faciliten más financiación a empresas y familias, y a los segundos a que consuman más aprovechando el menor crecimiento de la inflación y el abaratamiento del petróleo. Además, el jefe del Ejecutivo admitió, aunque con más reservas de lo que lo hiciera el vicepresidente económico, Pedro Solbes, que al Estado le queda ya poco margen para aprobar medidas contra la crisis económica. Zapatero afirmó que en la reunión que mantendrá con los presidentes de las entidades financieras a finales de enero les va a "pedir, a reclamar, que agilicen y facilitan más crédito". El presidente del Gobierno explicó que los bancos argumentan que el "casi colapso" del sistema financiero les lleva a ser más exigentes en las garantías de solvencia antes de conceder préstamos, pero él insistió en que "la obtención de crédito es una dificultad que hay que superar", porque "hemos pasado de un escaso temor a dar crédito a un miedo muy grande a facilitar crédito".

En esta línea, durante una entrevista en la SER, Zapatero volvió a admitir que 2009 será un año difícil y manifestó que, para salir de la crisis económica cuanto antes, es necesario un esfuerzo conjunto, también de los ciudadanos, a los que pidió que tiren del consumo dentro de sus posibilidades y ahorren energía. "Va a haber una parte muy importante de la población que, como consecuencia de la bajada de los tipos de interés, de los precios del petróleo y del Euribor van a tener una disponibilidad de renta bastante más desahogada que el año pasado", argumentó.

"Para recuperarnos cuanto antes, todos debemos hacer un esfuerzo conjunto. El Gobierno tiene que hacer su tarea, los bancos, la suya, las empresas y los trabajadores deben defender el empleo y el conjunto de la ciudadanía debe seguir teniendo confianza y consumir de manera normal (...) todo el mundo entiende que un descenso muy fuerte del consumo provoca un daño indirecto de la economía", subrayó el jefe del Ejecutivo.

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