Una empresa de Arteixo cierra y deja 2 millones en deudas a 100 proveedores

El titular del juzgado de lo Mercantil declara la sociedad en concurso de acreedores y llama a comparecer a su administrador por no facilitar la documentación de la compañía

Sede de Edificaciones Oriván, situada en la travesía de Pastoriza, Arteixo.

Sede de Edificaciones Oriván, situada en la travesía de Pastoriza, Arteixo. / Juan Varela

Lui Costas | A Coruña

Un centenar de empresas y proveedores de materiales y maquinaria de construcción intentan desde hace meses cobrar deudas por un valor total cercano a los 2 millones de euros que la constructora arteixana Edificaciones Oriván dejó pendientes de pago tras cerrar sus puertas el verano pasado y cesar su actividad, cuando su plantilla ascendía a unos 300 trabajadores, según estimaciones sindicales.

La constructora, propiedad de un único administrador, Orlando Porteiro Varela, se haya en concurso necesario de acreedores desde el pasado mes de diciembre, cuando el titular del juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña atendió la solicitud de un grupo de empresas y particulares que desde hace meses acumulaba varios pagarés impagados. Desde que el 2 de diciembre el juez de lo Mercantil, Pablo González-Carreró Fojón, declaró la empresa en concurso de acreedores (antes conocida como suspensión de pagos), ni el juzgado ni la administración concursal de Oriván han recibido noticia alguna de su propietario, Orlando Porteiro Varela, que ni se ha personado en el concurso ni ha aportado la documentación necesaria para el desarrollo del concurso.

Y es que según ha podido saber este diario, Orlando Porteiro, esquiva a la justicia y ha sido sometido a varios juicios por reclamaciones patrimoniales en rebeldía, por no presentarse ni responder a las citaciones que los distintos juzgados han cursado a su nombre. Desde el pasado 2 de diciembre, el administrador concursal de Edificaciones Oriván, Sebastián Lorenzo, ha requerido a Porteiro Varela en dos ocasiones para que aporte información sobre la empresa; un total de 29 documentos que acrediten su situación contable, su patrimonio y la lista de acreedores, entre otras cuestiones. El constructor recibió uno de los requerimientos en su casa de Paiosaco, pero no ha respondido a ninguna de las peticiones y está llamado a comparecer a finales de este mes ante el juez para entregar la documentación. En una providencia a la que ha tenido acceso este diario, el juez Pablo González-Carreró Fojón, advierte del deber de colaboración que tiene el empresario, bajo pena de ser considerado culpable del concurso, lo que "no impedirá la adopción de cuantas medidas sean necesarias para vencer su resistencia", reza la providencia.

Y es que ni al juez ni al administrador concursal les constan datos exactos sobre el número de empresas acreedoras o los trabajadores que se pudieron ver afectados por la quiebra de Edificaciones Oriván, dado que sólo han tenido acceso a la información aportada por los acreedores. Hasta ahora se han presentado un total de 41 empresas y particulares que suman unas deudas de 1.600.000 euros, aunque según fuentes próximas al proceso, se estima que la cantidad llegará fácilmente a los 2 millones y que incluso podría superarla, dado que hay otros 50 acreedores pendientes de presentar la documentación. Entre las empresas se encuentran proveedores de materiales y maquinaria de construcción, además de entidades bancarias y compañías diversas, con las que tenía contratos de leasing. Fuentes del proceso sostienen que Oriván transfirió los vehículos y materiales por los que no pagó a otras empresas administradas por Orlando Porteiro, que figura en el Registro Mercantil como administrador único de cuatro sociedades y participó en otras tantas.

La sede de Edificaciones Oriván está desierta, sus persianas están cerradas y el teléfono es atendido por un contestador automático. Orlando Porteiro Varela la creó en 2002 y figura en el Registro Mercantil como único administrador de la constructora, que hasta el verano pasado realizaba trabajos de construcción por toda la provincia, centrada sobre todo en labores de forjado.

Cuando su propietario decidió echar el cierre, Edificaciones Oriván daba empleo a unos 300 trabajadores, aunque la empresa no contaba con representación sindical, según fuentes de las centrales. Estas mismas fuentes sostienen sin embargo que Orlando Porteiro debía los salarios de dos meses cuando clausuró la nave de Arteixo y que ofreció a sus trabajadores un traslado a otra sociedad del mismo sector y también administrada por él.

Muchos de los empleados aceptaron la propuesta y decidieron irse a otra empresa a cambio de cobrar, mientras que otros optaron por el despido sin indemnización para poder disfrutar del subsidio de desempleo, según los sindicatos. Tan sólo unos veinte optaron por reclamar a la empresa los salarios pendientes, y sólo unos pocos han perseverado en la batalla judicial.

A nombre de Orlando Porteiro constan en el Registro Mercantil cuatro empresas -Construcciones OPV SL, Ivanor OCP SL, Edificaciones Oriván SL y Promociones Supor SL- en las que figura como administrador único.

Este diario intentó obtener la versión del empresario sobre el proceso, pero Orlando Porteiro prefirió no dar de momento ninguna información sobre sus empresas.

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