El dueño de Oriván comparece ante el juez para evitar la denuncia penal

Orlando Porteiro Varela, el propietario de la constructora arteixana Edificaciones Oriván, declarada en suspensión de pagos por acumular más de dos millones de euros de deudas entre sus proveedores, compareció ayer ante el titular del juzgado de lo Mercantil número 1 para mostrar su disposición a colaborar en el proceso iniciado por el juez Pablo González-Carreró Fojón. El constructor se presentó un día después de lo establecido por el juez, quien hace semanas dictó una providencia para citar urgentemente a Orlando Porteiro Varela y exigirle no sólo la documentación contable de Edificaciones Oriván sino que colaborase con la administración concursal, ejercida por el abogado Sebastián Lorenzo, un paso que todavía no ha dado.

Porteiro Varela faltó a la comparecencia por "un despiste" pero cuando el juez ya se disponía a informar a la Fiscalía de su desobediencia y de la presunción de culpabilidad del constructor en la quiebra de Oriván, Orlando Porteiro se presentó en el juzgado de lo Mercantil. Fuentes próximas al proceso aseguraron tras la ausencia del martes que si el administrador de la empresa no colaboraba, el proceso podría continuar por la vía penal, una posibilidad que Orlando Porteiro ha esquivado de momento.

El empresario todavía no ha entregado la información y documentación contable que el administrador concursal le reclama sin éxito desde diciembre y que permitirá saber el importe exacto de las deudas de Oriván y el patrimonio con el que cuenta la constructora -cuya sede de Arteixo está cerrada desde el verano- para hacerle frente. Orlando Porteiro permaneció durante más de hora y media reunido con su abogada, el juez y el administrador concursal, ante quienes prometieron entregar la documentación, pero ni la letrada ni él quisieron hacer declaraciones a este diario. El empresario incluso negó ser quien es y dio muestras de buen humor: "No soy Orlando, ¿por qué? ¿Estás buscando a Jacks?", espetó a las preguntas de este diario. Durante su comparecencia se comprometió a colaborar a partir de ahora en el proceso que pretende que los proveedores cobren al menos parte de lo que la empresa concursada les adeuda. Hasta el momento, la administración concursal tiene constancia de la existencia de un centenar de acreedores, aunque sólo la mitad han justificado unas deudas de un total de 1.600.000 euros, y se espera que tanto las empresas como las cantidades aumenten, dado que en la última semana se ha producido un incesante goteo de reclamaciones de sociedades que se enteraron de la suspensión de pagos de la constructora arteixana por LA OPINIÓN. Entre el centenar de afectados se encuentran proveedores de materiales y maquinaria de construcción, entidades bancarias y compañías diversas, con las que Oriván tenía contratos de leasing.

Porteiro, que administra otras cuatro empresas con sede en la misma oficina que Oriván - en el número 56 de la Travesía de Pastoriza (Arteixo)- se dedica a la construcción y promoción de viviendas.