La intervención del Gobierno portugués acaba de frustrar el traslado de la mayor fábrica de paneles solares termodinámicos de Europa a la parcela que Solar PST tiene en el polígono industrial de Bergondo. Solar PST tiene el 35% del capital de la portuguesa Energie y en diciembre lanzó una oferta económica a su socio luso para comprarle el restante 65% de la compañía y trasladar la producción de la factoría ubicada en Póvoa de Varzim a Galicia.

El director ejecutivo de la empresa coruñesa, Pablo Fernández Llavero, reconoció en declaraciones a LA OPINIÓN que las ayudas comprometidas por el primer ministro portugués, el socialista José Sócrates, y las subvenciones a la compra de paneles solares que su gabinete promueve para incentivar el consumo de estos dispositivos han obligado a Solar PST a aparcar temporalmente su oferta y no sólo a mantener la factoría en Póvoa de Varzim, sino a ampliarla.

El presidente de Energie, Luis Rocha, sabía bien lo que hacía cuando el pasado 17 de diciembre reveló a la prensa lusa la "tentadora" oferta que sus socios de A Coruña acaban de hacerle para comprarle su parte del capital en la sociedad y trasladar la producción de la mayor fábrica de paneles solares termodinámicos de Europa al polígono industrial de Bergondo. Rocha reconoció ante el Jornal de Negocios tener el corazón partido entre la elevada suma que percibiría con la operación y las repercusiones que tendría para sus 37 empleados.

Los responsables de Solar PST hablaron con franqueza a Rocha al reconocer que tras comprar Energie, trasladarían su producción a A Coruña; que la mayoría de los 37 empleados de la factoría de Póvoa de Varzim se quedarían sin empleo y que los 7 millones que factura al año migrarían a Galicia. "Con seguridad vendería el negocio si la fábrica no fuese trasladada, pero los españoles quieren llevársela a Galicia, lo que choca un poco con mis responsabilidades sociales", dijo el empresario al rotativo luso. Luis Rocha acompañó su lamento con un tímido reproche al Gobierno portugués; evidenció un "pequeño dolor por la falta de reconocimiento" del Ejecutivo de Sócrates a la labor de su compañía.

El primer ministro luso recogió el guante y puso a trabajar a sus ministros en una operación paralela a la compra. Mientras Pablo Fernández Llavero y su padre -el gerente de Solar PST, Silvino Fernández- intentaban cerrar el acuerdo con Rocha apoyados por un "importante grupo inversor" cuyo nombre no ha sido revelado, el ministro de Industria intentaba contactar con Luis Rocha para prestarle el apoyo del Ejecutivo. El empresario portugués acusaba los efectos de la profunda crisis que desde hace años golpea la economía portuguesa y aunque Energie y Solar PST planeaban ampliar la factoría para duplicar su capacidad de producción, Luis Rocha, no veía con malos ojos deshacerse de su 65% en la compañía.

El Gobierno de Sócrates propuso a Rocha un trato. Si la ampliación se llevaba a cabo, Energie recibiría subvenciones del Ejecutivo, que se comprometía además a incentivar la compra de paneles solares con una línea de ayudas al consumidor. Rocha desistió de la venta y Sócrates, rodeado de buena parte de su Gobierno, desembarcó el lunes pasado en Póvoa de Varzim para escenificarlo. El primer ministro luso y los responsables de los ministerios de Industria y Economía y Hacienda acudieron a la inauguración de las obras para apadrinar la ampliación de la planta portuguesa, un proyecto con 4 millones de euros de inversión que garantiza de momento la permanencia de Energie en Portugal.

Para poner la guinda, el Gobierno aprobó el Programa de Instalación de Paneles Solares Térmicos, una ayuda a la compra de paneles de hasta el 50% de su importe, subvenciones que ya dan Italia y Francia.

En cuanto se bajó del coche oficial para visitar la fábrica de Energie en Póvoa de Varzim, el primer ministro saludó al gerente de Solar PST -y propietario del 35% de Energie-, Silvino Fernández. Es la escena que inmortalizó la fotografía y tras la cual, José Sócrates, le espetó: "Va a tener que buscar otra empresa porque ésta no se vende". A Sócrates le acompañaron en la visita los ministros de Industria y Economía para apadrinar la ampliación de la planta, que estará lista en un plazo de cuatro meses y permitirá a Energie doblar su producción (actualmente, 12.000 unidades al año) y elevar su plantilla hasta los 100 trabajadores.

Durante el encuentro, el ministro de Industria explicó que se enteró de la operación que intentaba la gallega Solar PST por la prensa. "En cuanto vi que se deslocalizaba una empresa portuguesa, intenté hablar con el señor Rocha. Tuve que llamar dos veces a la fábrica porque la primera, cuando dije que era el ministro de Industria me colgaron pensando que era una broma", dijo, según el testimonio del director ejecutivo de Solar PST, Pablo Fernández.

Energie adquirió en 1974 la patente de los paneles solares termodinámicos para todo el mundo y hace más de 20 años que fundó la compañía de en la que Solar PST entró en 2004 con un 35% del capital. En 2007 ambas sociedades invirtieron 3 millones de euros en construir la fábrica de Póvoa de Varzim, que, con 3.000 m2 de superficie, se convirtió en la mayor planta de paneles solares termodinámicos de Europa. Solar PST posee además su propia planta en Bergondo -más de 3.000 metros cuadrados de superficie y 450 trabajadores-, desde la que coordina a los 150 distribuidores que tiene en España y exporta a Chile, Bélgica, Francia, Portugal, México e Italia, entre otros doce países.