La deuda de las entidades españolas con el Banco Central Europeo (BCE) volvió a crecer en julio hasta los 73.283 millones, un 48,3% más que hace un año y la cifra más alta del año, según datos del Banco de España.

Este importe es el saldo vivo que las entidades residentes en España aún tienen pendiente de devolver al Banco Central Europeo (BCE) como consecuencia de la financiación que el instituto emisor les ha concedido. Esta cantidad registró un tímido descenso durante abril y mayo, tras dos meses consecutivos por encima de los 72.000 millones, pero en junio volvió a repuntar y se elevó en más de 3.000 millones el importe de mayo, que se situó en 67.668 millones.

La demanda de las entidades se incrementó de manera notable en la segunda mitad de 2008 por la crisis subprime, que acaba de cumplir dos años. De hecho, este importe se situó por debajo de los 50.000 millones hasta septiembre de 2008, cuando se recrudeció la crisis tras la caída del Lehman Brothers, y a partir de ahí inició una senda ascendente que aún no ha finalizado. No obstante, el importe que las entidades españolas aún tienen pendiente de liquidar con el BCE representa sólo un 12,13% del conjunto del Eurosistema, que se elevó en julio hasta los 603.864 millones, un 31,8% más respecto a julio de 2008.