El ministro de Fomento, José Blanco, se mostró ayer partidario de subir los impuestos a las rentas más altas para sufragar los gastos sociales que con la crisis tiene que afrontar el Gobierno. "Si es necesario elevar determinados tipos impositivos de las personas que tienen más renta para garantizar políticas sociales o inversiones públicas habrá que hacerlo", dijo Blanco, quien confirmó la intención del Gobierno de estudiar una posible ampliación de la ayuda de 420 euros para los desempleados que agoten sus prestaciones.

Blanco, que ha asegurado hablar sólo de una "reflexión personal" sobre una posible subida del IRPF de las rentas más altas, ha insistido en que, en un momento de dificultades, "todos tenemos que contribuir a mejorar la situación" y que "hay que movilizar todos los recursos, públicos y privados, para estimular la economía". Sin embargo, el PP no parece muy de acuerdo con esta propuesta. Su portavoz de Economía, Cristóbal Montoro, aseguró que la "amenaza" de la subida de impuestos en realidad apunta a las rentas medias.

"Soy partidario de ayudar a los que más lo necesitan, y si para ello los que tienen más recursos tienen que apretarse el cinturón, habrá que decirlo con claridad a la sociedad", insistió. Para Montoro, esta "amenaza" apunta realmente "a las clases medias, comenzando por las clases bajas", que son las que aportan el grueso de los ingresos tributarios, ya que hacerlo sobre las rentas más altas apenas tendría efectos sobre las cuentas públicas.

Blanco aprovechó unas declaraciones a la Cadena SER para lanzar esta "reflexión personal" después de haber criticado la postura del PP, que aboga por reducir impuestos y recortar el gasto público. El ministro de Fomento aseguró que "es imposible hacer todo bajando impuestos y recortando gasto público". "Sencillamente no es posible porque si estamos pensando en ampliar la cobertura estamos hablando de las arcas del Estado y los recursos son limitados", recalcó.

El titular de Fomento considera que "la única solución" para garantizar el gasto social y productivo pasa por esta medida. "Si queremos una inversión pública mayor y mayor gasto social, eso sólo tiene una solución, que es incrementar los impuestos" insistió Blanco, quien a renglón seguido puntualizó que se trata de "una reflexión abierta" pero no en nombre del Gobierno socialista. "Es verdad que soy miembro del Gobierno y tendré oportunidad de expresar mi opinión cuando estemos sustanciando en el Consejo de Ministros el debate sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2010, siendo éste el marco adecuado para definir esta posibilidad", añadió Blanco.

En cuanto a las críticas a los 420 euros por parte del Partido Popular, Blanco señaló: "He oído mucha demagogia durante las últimas 24 horas, he escuchado una opinión muy sensata y razonada de los sindicatos que apuestan por buscar una solución que permita ampliar esta ayuda en el marco del diálogo social, pero mucha demagogia por parte de los que dicen cosas muy sorprendentes, los mismos que dicen que hay que bajar impuestos y reducir gastos".

Blanco confirmó el anuncio del presidente del Gobierno sobre la ampliación de la ayuda de 420 euros y recordó que la medida fue planteada por los sindicatos en la mesa de diálogo social, por lo que cuenta con un "amplio consenso". El ministro de Trabajo aclaró ayer en una entrevista que cada mes que se amplíe la medida, el Gobierno tendrá que invertir otros 100 millones, que se sumarán a los 642 millones habilitados para sufragar la ayuda durante los próximos seis meses. Corbacho detalló además que los sindicatos habían propuesto que la medida se aplicase a quienes agotaron sus prestaciones el 1 de junio, aunque también reconoció que los presupuestos del Estado "tienen un margen corto".