El negocio inmobiliario no será el único que tendrá que reorientar sus estrategias y replantearse un futuro en el que la construcción parece destinada a adelgazar su peso sobre la economía española. La banca no sólo no volverá a financiar la adquisición de viviendas con la alegría con la que lo hizo hasta ahora, sino que también se pensará mucho a qué actividades empresariales destinará sus fondos. Así lo cree el presidente de AJE Marineda, Daniel Ramos.

"La banca nunca volverá a prestarnos como lo hacía antes, creo que el modelo va a cambiar", explica. De cumplirse el pronóstico de este joven empresario, las pymes se enfrentarán a una crisis mucho más larga y algunas de las que han sobrevivido hasta ahora echarán el cierre.

Daniel Ramos reconoce que de las empresas asociadas a la organización que preside hay sólo cinco o seis que se han visto obligadas a cerrar a causa de la crisis, aunque el cómputo global de Galicia está pendiente de un estudio que prepara la Federación Galega de Xóvenes Empresarios (Fegaxe). "Todos lo estamos pasando mal, pero intentamos seguir adelante, eso sí, hemos aminorado mucho los ritmos", reconoce.

Ante semejante panorama no es de extrañar que las solicitudes de avales para optar a un préstamo que han llegado al Instituto Galego de Promoción Económica (Igape) se hayan triplicado en el último año, desde las 2.300 peticiones hasta las 7.500 registradas entre los meses de mayo de 2008 y 2009; una avalancha que llevó al conselleiro de Economía e Industria a prometer un refuerzo de su estructura y a reformas para agilizar los trámites burocráticos que parecen haber dado resultado. "Es más ágil", dice Ramos.