Los trabajadores de la empresa de telemarketing Iberphone protestaron ayer contra los despidos de los empleados de más antigüedad. Reclaman que la empresa formaliza nuevos contratos al tiempo que se deshace de una parte de la plantilla. Los sindicatos denuncian que de los 650 trabajadores de la central de A Coruña, unos 70 han perdido su puesto, principalmente los que llevan más años en la compañía, aunque también hay empleados con contrato por obra afectados. "Están echando a los que llevan más tiempo para evitar que acumulen más años y que en el futuro les cuesten más caros", explica Ángel Romero, de CCOO.

Los problemas de la empresa comenzaron hace año y medio, según el sindicato. Ante la menor carga de trabajo la compañía accedió con el consentimiento de los trabajadores a ofrecer bajas voluntarias incentivadas, una propuesta con la que se fueron de la empresa unas 45 personas: "Hace año y medio ya empezaron a despedir. Conseguimos frenarlos porque si echan a más de 30 personas en un período de 90 días es un despido colectivo encubierto".

La empresa, sin embargo, comenzó a contratar nuevo personal el pasado enero. "Nuestra sorpresa llegó cuando vimos que seguían contratando gente. En la campaña de Unión Fenosa-Gas Natural hace dos meses éramos 200 y ahora somos 380. Contratan pero siguen despidiendo a los que quieren tener fuera", asegura Romero.

Salarios

Además de los recortes de personal, CCOO señala que la empresa debe a los trabajadores el 1% de los salarios del año pasado, así como algunas primas: "En la campaña de atención al cliente de Unión Fenosa los trabajadores cobraban 400 euros anuales en incentivos a final de año porque es una campaña de mucha especialización, pero el 28 de diciembre nos dijeron que no íbamos a cobrar". La compañía tampoco se ha sentado a negociar las condiciones de este año, "un trámite que estaba programado para marzo", afirma. Los problemas se extienden a otras campañas: es el caso de la que tiene con R y con Iberdrola y para las que la empresa no ha dado soluciones en temas referentes a comisiones, vacaciones y horarios.

Con la movilización de ayer, los portavoces sindicales pretenden conseguir que la empresa reaccione y evitar que empeoren sus condiciones laborales: "Ya ni pedimos la mejora, solo que no sea peor. No nos vale que los trabajadores paguen el pato, porque quieren reducir plantilla y ganar más".