Hacia una economía de valor añadido

El sector servicios, que ya representa el 61,8% del PIB gallego, es la pieza clave para converger con Europa, por delante de industria y construcción

Selina Otero | A Coruña

En 1985, el 50% de la población de Galicia trabajaba en el sector primario, mayoritariamente en agricultura y pesca. Hoy este porcentaje no alcanza el 10%. En la última década la economía ha sufrido, según economistas gallegos, "un cambio estructural propio de un país que se moderniza y converge con Europa".

La construcción y los servicios han ganado un peso sin precedentes desde el año 2000, y generan un 11,7% y un 61,8% del Producto Interior Bruto (PIB) respectivamente. Son los dos pilares en términos de productividad que en sólo diez años han permitido a Galicia situarse por delante de Canarias, Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura en PIB por habitante.

"Galicia se ha hecho más industrial. Ganan peso los sectores secundario y terciario, como es propio de un país en transformación, dejando atrás una economía más rural. La importancia del sector servicios (transporte, logística, comercio, turismo...) es mucho mayor que antes", explica Jorge González Gurriarán, catedrático de Economía, quien indica que el sector primario sigue siendo importante como inicio de una cadena cuyo fin es dar valor añadido al producto, transformarlo y distribuirlo fuera; ya no como mano de obra directa. "Tendemos hacia una economía de valor añadido vinculada al conocimiento y eso se traduce en el PIB; ese es el camino que hay que seguir", añade Gurriarán. La clave para este profesor está en ganar capacidad comercial y competitividad para exportar y comercializar ese valor añadido. "Hoy en día prefiero hablar de clúster empresarial que de sector primario, secundario y terciario. Nos hacemos fuertes en la medida en que controlamos el producto desde su origen (pesca, granito, madera) hasta la venta final en el exterior como mercancía de calidad", explica. ¿La industria?: Muy localizada en la franja atlántica. "La actividad industrial tiene un buen comportamiento pero depende demasiado de A Coruña, Vigo y sus respectivas áreas de influencia. Debe mejorar mucho todavía", añade Santiago Gómez Fraiz, profesor de Económicas. Para Santiago Lago, también profesor de Economía, Galicia se parece cada vez más a los países europeos, "con un peso de dos tercios del sector servicios". "En industria mantenemos el tipo y en la construcción no sufrimos tanto como otras comunidades la hipertrofia del boom residencial y la obra pública también ha sido muy importante en la última década", argumenta Lago.

Caminar hacia un 60% de empleo en los servicios, imitando a las economías de escala, "es un buen síntoma". "En Galicia el sector primario sigue siendo crucial para la industria y los servicios, con un valor añadido final; es en lo que se basan las empresas fuertes gallegas", dice Lago, quien advierte de que el aumento del PIB per cápita se debe, en gran medida, al descenso de la población en la comunidad.

Para Manuel Lago, economista de Comisiones Obreras, Galicia vivió un ciclo especialmente bueno entre 2006 y 2008. "Antes de la crisis hubo un periodo de expansión en el que el sector industrial ganó posiciones. La industria en Galicia creció por encima de la media española", explica Lago, quien alerta de la evolución del paro: "En una década de crecimiento se crearon 200.000 empleos en Galicia. Con la crisis, se perdieron 120.000; 70.000 en la industria, 40.000 en la construcción y 10.000 en el sector primario".

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