El parón inmobiliario aumenta en un año el 'stock' de pisos gallegos sin vender un 20%

En su mayoría son promociones destinadas a segunda residencia localizadas en la costa E Solo el 23% de las viviendas visadas en 2009 por el colegio de arquitectos encontraron comprador

Pisos en venta en las proximidades de la Torre de Hércules. / juan varela

Pisos en venta en las proximidades de la Torre de Hércules. / juan varela

Paula Pérez Santiago

La crisis económica ha frenado en seco la demanda inmobiliaria y ha dejado un stock de viviendas nuevas sin vender en Galicia que ya suma las 37.700. A pesar de que se construye menos -los visados cayeron un 62% en 2009-, cada vez son más los pisos que no encuentran comprador cuando salen al mercado. En solo un año se incrementó un 20% el número de inmuebles sin vender en la comunidad autónoma, la mayoría son viviendas destinadas a segunda residencia en zonas costeras. Pero a pesar de ello, su precio no baja. Según la Sociedad de Tasación, Galicia es la única comunidad autónoma donde se encareció el coste de la vivienda nueva en el primer semestre de este año (un 0,1%).

Según los datos recabados por el Ministerio de Vivienda, el stock de pisos sin vender en España ascendía hasta el 31 de diciembre de 2009 a más de 688.000 inmuebles. Galicia no está entre las comunidades con más excedente. El incremento del 20% en su stock duplica sin embargo el que se ha registrado en España.

Si en 2008 se contabilizaban casi 31.800 inmuebles nuevos sin comprador, el año pasado esta cifra se elevó a 37.700, casi seis mil pisos más terminados pero con el cartel de "se vende" aún en la puerta. La construcción en Galicia se ha ralentizado pero no ha sido suficiente y se sigue edificando por encima de la demanda. Los colegios de arquitectos visaron en 2009 un total de 7.700 pisos, un 62% menos que el año anterior, y aún así casi 6.000 quedaron vacíos, es decir solo el 23% de ellos encontraron comprador.

En pleno boom inmobiliario, muchas de las viviendas se compraban ya "sobre plano", pero ahora un piso nuevo, terminado y con todos los permisos, tarda más de un año en venderse.

Entre el interés y el miedo

"Está costando mucho más encontrar comprador", explica el presidente de la Federación de Promotores de Galicia (Feproga), Javier Garrido. La razón de que haya incrementado el stock de viviendas, en su opinión, es "claramente financiera". "Sigue habiendo interés de la gente por comprar pero tienen miedo de meterse en plena crisis en una compra de muchísimo dinero", explica. A esto se añade, en su opinión, la dificultad para conseguir un préstamo. "No hay dinero en el mercado", asegura.

Y donde más se retrae la demanda es en la segunda vivienda. El stock de pisos vacíos se concentra en las zonas costeras. Y una de las áreas de mayor empuje turístico de los últimos años ha sido A Mariña lucense, donde la edificabilidad se ha disparado. El resultado es que en un año en la provincia de Lugo aumentaron los pisos sin vender un 44% -ahora se contabilizan más de 4.000-. La segunda provincia gallega en donde más ha aumentado el stock de vivienda es la de Pontevedra (20,8%), que en estos momentos tiene sin vender 12.827 pisos. En A Coruña son 16.951, un 14% más que en 2008 y en Ourense solo hay 4.946 inmuebles vacíos (un 12% más).

La crisis del ladrillo ahoga al sector y los promotores exigen al Gobierno gallego medidas para incentivar la demanda. Una de sus propuestas, que ya está sobre la mesa del Instituto Galego de Vivenda e Solo, es suscribir un convenio entre Administración gallega y cajas de ahorro para que los jóvenes que compren un piso y se queden en paro puedan aplazar durante tres años el pago de su hipoteca. "Ya tenemos el visto bueno de Caixanova y Caixa Galicia", explicó el presidente de la Federación de Promotores de Galicia, Javier Garrido.

Su propuesta consiste en que si un joven con trabajo fijo suscribe una hipoteca pero después se queda en paro, las cajas de ahorro le ofrecerán "una carencia de amortización". De esta manera no amortizará el coste del piso durante tres años. Por su parte, a la Xunta le correspondería asumir el pago de los intereses durante ese mismo periodo, de manera que el joven quede totalmente liberado del pago de la hipoteca mientras esté en el paro. "Le hemos entregado por escrito esta propuesta a la Xunta y la sensibilidad del presidente ha sido absoluta", explica Javier Garrido. El bipartito ya había puesto en marcha una iniciativa similar que, sin embargo, después fue anulada por el Gobierno del PP alegando que había sido un fracaso. El plan puesto en marcha por el Ejecutivo de Emilio Pérez Touriño consistía en habilitar un seguro de pagos protegidos que asumiría el pago de la hipoteca durante un máximo de doce cuotas en el caso de que el beneficiario perdiera su empleo de forma involuntaria, por un despido improcedente o por incapacidad temporal.

Este programa se saldó con solo 750 beneficiarios y el Gobierno del PP decidió suspenderlo.

Carencia a cambio de más plazo o más cuota

El plan que proponen ahora los promotores, sin embargo, es distinto, ya que no se le sufraga el pago de la hipoteca íntegramente, sino solo los intereses. La amortización, de la que quedan eximidos durante tres años, se le aplicará después transcurrido ese periodo alargando el horizonte del préstamo o bien aumentando las cuotas.

"De esta manera reactivaríamos el mercado favoreciendo la compra de un número de viviendas que calculamos en torno a las 5.000", explica Garrido. La Xunta, con la documentación de los promotores en la mano, estudia ahora la viabilidad del plan.

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