Solo quedaba la revisión del Banco de España a la concentración del negocio de Caixanova y Caixa Galicia en una sola entidad y con el análisis en la mano la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) acaba de autorizar la fusión de las cajas gallegas. El penúltimo trámite a la operación económica más importante en la historia de Galicia, a la espera del permiso de la Xunta. El beneplácito del organismo llega además sin ninguna condición, sin ninguna medida extra más allá de las del propio protocolo de fusión y su conclusión es que la caja única no supondrá alteraciones significativas en la cuota de mercado.

¿Y qué porcentaje del negocio financiero español asumirá la suma de las dos entidades de ahorro gallegas? Es, de momento, una incógnita. Hasta que la CNC publique la resolución de su expediente. En las propias entidades guardan silencio. Ni en el caso concreto del mercado gallego ni en el nacional, bajo el que el organismo que preside Luis Berenguer realiza su estudio. Porque a efectos de competencia, la actividad financiera se mide en la repercusión para todo el país.

La verdad es que los directivos de Caixanova y Caixa Galicia esperaban el respaldo de la CNC sin ningún problema. De hecho, las cajas lo consideraban como un trámite más formal que de trasfondo. El principal requisito era el visto bueno del Banco de España al comienzo del proceso. Y ése, y el compromiso del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de inyectar un préstamo de 1.162 millones de euros, están confirmados.

Lo ocurrido con el resto de expedientes de Competencia entre las otras fusiones abiertas dejaba intuir que la gallega no sería una excepción y que el dictamen -en el que se analiza el impacto y repercusión en el mercado en banca minorista, corporativa e inversiones y operaciones en los mercados monetarios- sería positivo. Ninguno de los procesos de integración se ha encontrado con problemas. Pese a que la unión de Caixanova y Caixa Galicia fue la última en pedir la autorización -el 7 de octubre-, la respuesta llega antes de lo previsto.

Un alivio ante la urgencia del calendario. La pretensión de la nueva cúpula directiva es registrar la caja fusionada a finales de mes para operar conjuntamente desde el 1 de diciembre y celebrar cuanto antes la primera asamblea y aprobar la emisión de preferentes que suscribirá el FROB para acceder a las ayudas. En la Xunta ven posible que su permiso, el último que queda, llegue del Consello de mañana, aunque no descartan que se retrase a la semana que viene.