Las nuevas exigencias que marca el Gobierno central al sistema financiero suscitaron las primeras reacciones del Parlamento autonómico, que recientemente aprobó el protocolo de fusión --con los votos del PPdeG y PSdeG y la abstención del BNG-- de la ya Novacaixagalicia, resultado de la fusión de Caixanova y Caixa Galicia.

Así, populares y nacionalistas defienden la actual solvencia de esta entidad crediticia y se apoyan, para ello, en la aprobación de este proyecto por parte del Banco de España; mientras que los socialistas mantienen que su postura es "priorizar su condición de caja", pero atendiendo al objetivo último del nuevo decreto del Gobierno central, que conceda "crédito" a pequeñas y medianas empresas y familias.

Tras la primera reunión de la Xunta de Portavoces en la Cámara autonómica, en la que organizaron la actividad del periodo de sesiones que ahora comienza, los grupos de la oposición también urgieron la comparecencia del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, para explicar la postura que seguirá el Gobierno gallego tras conocerse los nuevos criterios anunciados por el Ejecutivo central este lunes al respecto del sistema financiero, y que suponen anticipar el cumplimiento de los acuerdos de Basilea III.