El Banco de España rebajó de 1.714 millones de euros a 181 millones la valoración de Novacaixagalicia. Esta depreciación del 88% escandalizó el viernes, cuando se hizo pública, a políticos, empresarios y economistas pero sobre todo a ciudadanos de a pie en Galicia, que no podían y siguen entender como pudo llegar a esta situación una entidad en la que confían tres millones de clientes y aglutina el 47% del ahorro gallego.

El organismo supervisor no se sacó el nuevo precio de la chistera. Antes contrató a una auditora que durante meses revisó a fondo las entrañas de la caja, y las proyecciones económicas de la entidad para los próximos años, y luego entregó su informe a tres empresas de valoración. Una concluyó que Novacaixagalicia vale 188 millones, otra lo dejó en 174 millones, pero una tercera incluso puso la cifra en negativo: -287 millones, es decir que la caja tiene déficit de capital. Los 181 millones resultantes salen de la media de los dos mejores resultados.

A la vista de esta valoración, los economistas concluyen que la situación de la entidad fusionada no es la que nos contaron. "Este precio lo que está diciendo es que hay expectativas de pérdidas futuras, ojo hay activos ahí que van a ir perdiendo valor con el paso del tiempo", apunta Fernando Ruíz Lamas, doctor en Ciencias Económicas por la Universidade da Coruña.

A Venancio Salcines, presidente de la Escuela de Finanzas de A Coruña, lo que más le preocupa es que "no hemos sido conscientes de lo mal que estaba la caja". Santiago Lago, profesor de Economía Aplicada en la Universidade de Vigo, exclama: "Si 181 millones es el valor de la caja gallega. ¿Qué había ahí? ¿Qué contabilidad teníamos?".

En todo caso, también advierten de que el Banco de España necesitaba una valoración baja de la entidad para garantizar que habrá socios privados que quieran entrar, y así poder salir cuanto antes de la entidad gallega, que no es la única en la que entra. El FROB también inyectará capital en Unnim y CaixaCatalunya, y además ha intervenido la CAM. Los inversores potenciales de este tipo de negocios buscan entrar barato para en un par de años vender caro.

Los intereses del organismo regulador, que en este caso son compartidos con NCG Banco, pues un precio bajo le facilitará la captación de socios privados, pero no con Novacaixagalicia, que busca aumentar su peso en el banco para tener más derecho a beneficios, no son suficientes, según los economistas gallegos consultados por este periódico, para explicar una depreciación tan elevada de la caja autonómica.

La difícil situación que atraviesan los mercados financieros, la peor desde los años setenta, señaló el propio organismo regulador, que deja en el aire nuevas recapitalizaciones y una segunda oleada de fusiones, también ayuda a entender lo sucedido, pero no es suficiente, pues la caja gallega es rescatada, pero las vascas, por ejemplo, o La Caixa, no. Los expertos piden explicaciones a los gestores de la caja y las cajas, pero también a la Administración gallega y al Banco de España de por qué fracasó la operación, una fusión, la de Caixa Galicia y Caixanova, que fue forzada por la Xunta, y finalmente avalada por el supervisor financiero, que, en un principio era reacio a las integraciones intrarregionales.