Las supuestas millonarias indemnizaciones a directivos de la caja gallega, que ha recibido casi 2.500 millones de fondos públicos, han causado hoy indignación en los ámbitos político y sindical, el mismo día en que la agencia Fitch clasificase como "bono basura" la deuda a largo plazo de NCG Banco y Mooody's la dejase a un paso.

Entre la indemnización y el coste del seguro que cubre el sueldo de por vida, Novacaixagalicia consignó unos 20 millones para la salida de tres directivos. Estas cantidades las habrían percibido tres ejecutivos: José Luis Pego, ex director general, a quien le correspondieron 10,8 millones; el exresponsable del grupo inmobiliario, Gregorio Gorriarán, que obtuvo 7,5 millones, y Javier García de Paredes, que renunció a parte de su indemnización de 5,3 millones.

La publicación de estas abultadas cantidades tuvo su primera consecuencia política con el anuncio de dimisión como consejera de Mar Barcón, portavoz socialista en el Ayuntamiento de A Coruña, quien calificó de "indecente" la percepción de estas cantidades, que han recibido el rechazo de todo el espectro político.

Así, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, consideró "inadmisible" las retribuciones de los altos cargos en concepto de blindaje y defendió su supervisión.

De forma parecida, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha asegurado que se trata de una situación "bastante escandalosa", mientras su compañero de partido, el vicesecretario general de Comunicación, Esteban González Pons, ha apostado por hacer públicos todos los datos para "que les dé vergüenza".

También el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, admitió que su opinión sobre las retribuciones "es la que tiene la mayoría" de ciudadanos y garantizó que el Ejecutivo gallego desconocía las indemnizaciones.

Mientras, los partidos de oposición en Galicia, BNG y PSdeG, han calificado de "escándalo" las indemnizaciones y han abogado por que las devuelvan, mientras que el PP gallego ha dicho que "no deberían haberlas cobrado" y espera que la situación "se reconduzca".

Entre los sindicatos, CCOO ha calificado de "escándalo" este asunto, y entiende que en el Banco de España no pueden asistir "sorprendidos" a este "disparate multimillonario", lo que se une a las voces del resto de centrales que ya ayer, cuando comenzó la publicación de las cantidades en las ediciones digitales de los diarios, criticaron la "opacidad" sobre sueldos e indemnizaciones en la entidad.

Independientemente de la polémica, la agencia Fitch ha clasificado hoy como "bono basura" la deuda a largo plazo de NCG Banco, la entidad creada por Novacaixagalicia para dar entrada al Estado como máximo accionista, el mismo día en el que Moody's ha amenazado con tomar la misma decisión.

Esta mañana, Moody's informaba de que había colocado a un sólo paso del "bono basura" la deuda a largo plazo de NCG Banco (Baa3) y advertía de que su perspectiva era negativa, con lo que dejaba abierta la posibilidad de degradar la calificación de la entidad.

Horas después, ya a primera hora de la tarde, Fitch, otra de las tres grandes agencias líderes en la calificación de riesgos, iba un poco más allá y degradaba la deuda a largo plazo de NCG Banco al grado especulativo (BB+) al advertir un cierto riesgo de impago.

En un comunicado, Fitch ha asegurado que la entidad, fruto de la fusión de las cajas gallegas, hubiera quebrado si no fuera por el extraordinario apoyo recibido por el Estado.

Además, al igual que Moody's, advierte de los desafíos a los que se tendrá que enfrentar la entidad en términos de deterioro de la calidad de activos y pérdida de rentabilidad.