Con el complicado entorno económico presionando hasta la saciedad sus márgenes de negocio, las entidades financieras sobreviven en el epicentro de la crisis, inmersas en procesos de reestructuración históricos en el caso de las cajas, y, en general, muy preocupadas por el bajón del negocio. El sector vislumbra un 2012 difícil, a imagen y semejanza de lo que está siendo 2011. Entre la guerra por la captación de ahorradores con depósitos de remuneración sin precedentes y la proliferación de productos especializadísimos, el tercer camino para intentar engordar los resultados incide directamente en el bolsillo del cliente, con las comisiones en ascenso imparable en lo que va de año. Hasta un 15% más se paga de media hoy por una tarjeta o el mantenimiento de una cuenta.

Unos 25,80 euros cada seis meses si se trata de una cuenta corriente y 25,16 euros en las de ahorro, frente a los 22,36 y 21,73 a los que, respectivamente, ascendían los costes al cierre de diciembre del pasado ejercicio. La subida de tarifas supera el 36% entre las transferencias, por encima de los 4,28 euros, cuando hace justo nueve meses se situaba en los 3,14.

¿Qué ocurre con las tarjetas? El encarecimiento entre las de débito se lleva la palma. Un 14,9%. La cuota anual ronda habitualmente los 20 euros. Al margen de la gratuidad en la disposición de efectivo en los cajeros propios, todo el resto de operaciones aumentan el precio. El recargo dentro de la red con la que opera la entidad se eleva hasta un 1,35% sobre el dinero que se saca, lo que supone un alza con respecto a 2010 del 25%. En otras redes, la comisión alcanzó de media el 3,95%, un 1,8% más; y cuando la extracción se realiza desde el extranjero, hasta los 3,98 euros, con un incremento del 2%.

La revisión es más tenue entre las tarjetas de crédito. Del 7,4% en la factura, cerca de los 37 euros. La comisión por quitar efectivo oscila entre los 3,30 euros en los cajeros propios hasta los 4,64 en operaciones en otros países, con encarecimientos de entre el 3% y el 0,9%. Los préstamos sigue la misma tónica. El estudio previo y obligatorio en la concesión de una hipoteca pasó de los 107,24 euros a más de 132, un 23% más, hasta el 0,89% de la cantidad que se solicita. La apertura se encarece alrededor de 50 euros, con un coste de 662,75 euros, según el Banco de España. La subida es del 6,5%. Por cancelar anticipadamente la deuda, la comisión pasa a los 4,07 euros, cinco céntimos más que hace nueve meses, y por subrogarla -es decir, cambiarla de entidad financiera-, el porcentaje que se aplica sobre el valor de la hipoteca ronda el 1,08%. Unos 465,6 euros, 50 más que en diciembre.

La única excepción está en los gastos que cajas y bancos establecen para la cancelación anticipada de este tipo de préstamos. Un abaratamiento ligero, eso sí. Del 2,86% que aplicaban en 2010 al 2,85% que está actualmente en vigor de media.