La Unión Europea se prepara para salir de nuevo en auxilio de su sector financiero ante el impacto de la crisis de deuda soberana y la cada vez más firme hipótesis de que Grecia se encamina hacia la suspensión de pagos. La canciller alemana, Angela Merkel, mostró ayer su apoyo a una recapitalización de los bancos europeos "si fuera necesario", una declaración que el mercado interpretó como una señal inequívoca de que Europa está en la antesala de una nueva inyección de dinero público a la banca.

El segundo rescate del banco franco-belga Dexia aceleró la maduración de un proceso que ya demandaban organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Dexia es una víctima tipo de la crisis de deuda soberana. Su balance está preñado de bonos griegos y de otros países periféricos. Francia y Bélgica han salido en ayuda de Dexia -avalarán la creación de un "banco malo" en el que se concentrarán los activos problemáticos-, un movimiento que ya se ve como el primero de la que será la segunda ronda de auxilio público a la banca de la UE desde 2008. A partir de ese año, tras la caída de Lehman Brothers, los países europeos inyectaron en sus sectores financieros por distintas vías -préstamos, avales, capital...- hasta 1,35 billones de euros para disolver el colapso que siguió a la quiebra del banco estadounidense.

Alemania, preparada

"Si asumimos que los bancos están insuficientemente capitalizados en las actuales circunstancias, Alemania está preparada para avanzar hacia la recapitalización", señaló ayer Merkel tras reunirse con el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durão Barroso. Merkel defendió que una comisión independiente se ponga a trabajar con urgencia para determinar qué entidades necesitan capital y cuánto. Sobre el sector se cierne el riesgo de sufrir pérdidas multimillonarias en los balances por la depreciación que experimentarían las inversiones que los bancos tienen en deuda pública de Grecia y de otros países (Irlanda, Portugal, España o Italia) si el estado heleno acaba en suspensión de pagos o en una quita (descuento) superior al concertado en los términos del segundo rescate griego. Este último acuerdo, alcanzado el 21 de julio por los líderes de la UE, ya incluyó la participación de la banca mediante un programa que supone una quita de la deuda griega del 21%.

En ámbitos financieros europeos se da casi por hecho que Grecia terminará por ir a una suspensión de pagos ordenada con una quita del 50%. Y uno de los mecanismos principales de defensa para evitar que esa solución dañe gravemente a la banca y provoque un colapso es la recapitalización preventiva bendecida por la canciller alemana.

¿Cuánto dinero puede necesitar ahora el sector? El FMI hizo una estimación que llega a los 200.000 millones de euros en dinero público para reforzar el capital de los bancos. Franceses y alemanes son los más expuestos a la deuda griega.

El FMI reiteró además ayer su llamamiento a la UE para que tome medidas que alejen el riesgo de una segunda recesión.