El Banco Popular consolidará tras absorber el Pastor su quinto puesto en el ranking español por detrás del Santander, BBVA, Bankia y CaixaBank. Las dos entidades sumarán más de siete millones de clientes -un millón de ellos en Galicia-; superarán los 16.000 empleados (casi 3.000 en la comunidad); las 2.700 sucursales y 161.000 millones en activos. Los presidentes de ambas entidades destacaron en varias ocasiones que tienen más cosas en común que diferencias; desde la orientación del negocio hasta el liderazgo del sector en márgenes de intereses.

Si Banco Pastor tiene un 66% de sus créditos concentrados en las pequeñas y medianas empresas, en el Popular el porcentaje se eleva a un 68%. Las dos entidades han optado además en los últimos ejercicios por reducir su dependencia de la financiación mayorista y tienen unos accionistas que han defendido en el tiempo su vocación de permanencia.

Por eso ayer el lema escogido para la presentación fue Juntos para multiplicar, porque lo que la operación persigue es multiplicar valor para clientes, accionistas y también "para Galicia" -por el crecimiento del presupuesto que se espera para la Fundación Barrié-.

La unión de las dos entidades les permitirá hacer frente a una de sus debilidades; la exposición al ladrillo. Según la información facilitada, la fusión elevará la cobertura de los créditos morosos de un 40 a un 60% y generará valor desde el primer año. La operación también tiene algún pero, que rebajará la ratio de eficiencia del Popular del 40 al 42% -esta magnitud mide el porcentaje de ingresos que consumen los gastos de explotación y cuanto más baja es, mejor-. La del Pastor está en un 50,7%, por debajo sin embargo de la media del sector. Los costes de la integración, de 322 millones de euros concentrados en 2012 y 2013, perjudicarán la ratio. Ron restó importancia a la pérdida y se mostró confiado en recuperarla a medio plazo.

¿Es la compra del Pastor la fase final de la operación o el Popular se plantea seguir creciendo? El tiempo lo dirá. Ángel Ron dejó claro que por el momento va a estar ocupado en consolidar todos los cambios derivados de esta fusión.

"No estamos en situación intelectual de plantearnos nuevas operaciones", dijo, pero a renglón seguido, dejó claro que a medio o largo plazo todo puede cambiar. Para el directivo está claro que habrá una "tercera oleada" -dando por hecho que la segunda está concluyendo- en la que hasta las entidades "nacionalizadas" tendrán que volver "al mercado". En esa tesitura, Banco Popular se habrá adelantado al sector y estará preparado para estudiarlo.