La conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, admite que la fusión de las cajas gallegas quedó "reventada", pero eso sí la culpa fue del Gobierno de España y su "cambio abrupto de normativa", en alusión al real decreto que marcó las nuevas exigencias de solvencia para el sector financiero, una norma que mereció la abstención del PP en el Congreso, pero no su rechazo.

A la oposición no le vale "la teoría de la conspiración" y ayer le exigió que deje de buscar culpables fuera y asuma de una vez "sus responsabilidades en la pérdida de la caja gallega". Fue en el Pleno del Parlamento autonómico, donde la titular de Facenda tuvo que emplearse a fondo durante más de dos horas y media de debate, ante una oposición que la atacó sin tregua por el "fracaso" de la operación. María José Caride, del PSdeG, le reprochó que fue su Gobierno quien "forzó una alianza" que "ni los novios querían, tanto que hubo que cambiar uno" y de la que "tampoco estaba convencido el Banco de España". Caride remarcó que las reglas del juego son las mismas para todas las cajas, y sin embargo otras comunidades como País Vasco o Asturias conservan sus entidades financieras.

La diputada socialista reclamó además a la Xunta que presente una denuncia "por engaño masivo a los gallegos" a la auditora KPMG que con su due diligence "hecha en 15 días" garantizaba la solvencia y viabilidad de la fusión de las cajas gallegas. Currás defendió "la profesionalidad de las auditoras".

"Usted y Feijóo vendieron como éxito una fusión que no estaba garantizada y autorizaron un banco sin reparar que va a pasar con la obra social y sus trabajadores", denunció Carlos Aymerich, del BNG. Los nacionalistas, que en el arranque del proceso fueron aliados de la Xunta en pro de la integración, blandieron carteles en que señalaban a Feijóo como "culpable" y denunciaban "el saqueo de NCG". El PP por boca de Pedro Puy enfatizó el mensaje de la conselleira: "El Gobierno de España regaló la mitad del sistema financiero para tranquilizar a los mercados".

Pese a admitir el reventón de la fusión y la valoración "ínfima" sufrida por Novacaixagalicia con un descuento del 88%, la conselleira de Facenda intentó lanzar un mensaje optimista. El proyecto es todavía "viable y atractivo", tanto que Fernández Currás, sostuvo que "muchas comunidades querrían para sí NCG Banco", y eso que está controlado en un 93% por el FROB y la caja no alcanza a controlar el 7% del banco al que ha traspasado todo su negocio financiero, además sus propios directivos admiten que la obra social es "inviable".

Currás confía en que la galleguidad de NCG Banco la blinden en el futuro los empresarios gallegos que decidan convertirse en socios de la entidad y que junto a la caja "deben conformar un núcleo duro accionarial" en el banco presidido por José María Castellano; y "los pequeños ahorradores", pues, según la Xunta, "el objetivo final debe ser a medio plazo salir a bolsa y que entre un importante tramo minorista e intentar continuar la vinculación de la entidad con sus clientes".

Y es que la conselleira además de insistir en el mensaje de que la culpa de "la desaparición" de la caja es "la valoración" hecha por el Banco de España y "no la fusión", también puso deberes a Castellano, e incluso contradijo sus propios planes, y eso que la Xunta no tiene competencias sobre los bancos. Para Currás, NCG Banco, si consigue que los inversores privados supongan más del 20% del capital de la nueva entidad, debe optar por el mínimo de solvencia exigido, un 8%, y no un 10%, y así Novacaixa "sin hacer nada" verá "aumentado su peso" en el banco.

Echando balones fuera, la conselleira que siempre acusó al bipartito de no haber hecho nada ante la reconversión del sistema financiero que se avecinaba, ayer denunció que "se reunió con el Banco de España, que alentaba que las cajas gallegas a fusiones con entidades de fuera" y además sabía que tanto Caixanova como Caixa Galicia mantenían contactos para explorar posibles integraciones, alianzas que para Currás no eran la solución, pues, según sus datos, Caixa Galicia en el SIP de Bankia pesaría un 1,44% y Caixanova en el de Banca Cívica, un 3,91%, frente al casi 7% en NCG Banco.