El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, conminó ayer al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a que explique a los gallegos qué le ha llevado a impulsar una operación bancaria que lo que ha conseguido es que, si antes "había dos cajas en Galicia y una iba mal, ahora van mal las dos".

Novacaixagalicia y el papel del titular del Ejecutivo gallego fueron los protagonistas de la intervención del dirigente socialista en los Desayunos Informativos de Europa Press de ayer, ocasión que aprovechó Rubalcaba para arremeter contra el responsable político que auspició la fusión de Caixa Galicia y Caixanova. Rubalcaba insistió en pedir explicaciones al presidente gallego por guiarse, dijo, por un "arranque de nacionalismo enarbolando una bandera" en lugar de un "esquema razonable" de fusión. A juicio del aspirante a La Moncloa, esta operación que Feijóo impulsó solo "por la bandera" ha provocado que ahora "los gallegos se hayan quedado sin bandera, sin fusión y sin caja". Para Rubalcaba, el Ejecutivo autonómico escogió un modelo de fusión en un "ataque de nacionalismo gallego" que al final ha acabado por dejar a la comunidad sin cajas gallegas.

No fue la única crítica que lanzó contra el líder de los populares gallegos. Rubalcaba responsabilizó a los gobiernos autonómicos del PP -se refirió asimismo al valenciano, por CAM- de los que calificó como "escandalosos" sueldos y jubilaciones "de oro" que cobran algunos exdirectivos de Novacaixagalicia. A su modo de ver, las explicaciones que debe dar Feijóo a los gallegos también tienen que incluir este punto.

El hombre que aspira a reemplazar en el poder a José Luis Rodríguez Zapatero rechazó la propuesta del Partido Popular de reformar el Banco de España para atajar precisamente casos similares a los que se produjeron en Novacaixagalicia o la CAM, que tienen en común las jubilaciones millonarias de sus exdirectivos.

Para Rubalcaba, la entidad que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez no necesita cambios ya que, argumenta, funciona "razonablemente bien". Aunque admitió de refilón que el Banco de España "también debería decir algo al respecto", considera que su principal papel es supervisar la "necesaria" reestructuración de la banca española.

En su opinión, el Banco de España es una institución "acreditada" y "no tiene sentido" abordar su reforma, como plantea el PP, solo por la polémica de las "tremendas" compensaciones a sus ex altos cargos, una situación que el supervisor se "encontró" al entrar en las entidades.

La propuesta que trasladó hace una semana Soraya Sáenz de Santamaría busca "sacudirse la responsabilidad" y "trasladarla por elevación"; se trata de un intento de alejar el foco de la responsabilidad de los gobiernos autonómicos, los responsables de supervisar las cajas.

En todo caso, reiteró que los fondos públicos inyectados a las entidades son "préstamos que no irán a fondo perdido" y mostró su confianza en que esa inversión genere "beneficios" para el conjunto del Estado.