La patronal de las cajas de ahorro se sumó ayer a la banca en sus críticas al plan de recapitalización que prepara la Comisión Europea y que prevé recortar la valoración de la deuda pública española para calcular las necesidades de capital que tendrían las entidades más expuestas a los países periféricos en caso de que alguno de ellos, como previsiblemente ocurrirá con Grecia, incurran en un impago controlado de sus títulos. Este primer paso para un nuevo proceso de recapitalización tras el que las entidades tendrían que alcanzar un nivel de capital core tier-1 más elevado, ha generado el rechazo unánime de toda la banca española, sometida desde el mes de febrero pasado a su propio proceso de recapitalización.

El consejo de administración de la Confederación de Cajas de Ahorro (CECA), que en su reunión de ayer analizó el plan de la Comisión Europea, advirtió de las consecuencias "muy perniciosas" que tendrá sobre el flujo del crédito, por lo que en lugar de despejar las dudas sobre el sector y Europa, se convertirá en una "grave amenaza" para la capacidad de recuperación de la economía real.

La organización que agrupa a las cajas de ahorro y que dirige el presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, demanda a las autoridades españolas que hagan valer ante las instituciones europeas que este nuevo cambio de las "reglas de juego" retrasará la salida de la crisis. Añade que el actual estado de las finanzas públicas en España no justifica la aplicación de recortes en la valoración de la deuda nacional, ya que tanto las previsiones de déficit como de deuda muestran "claramente" más fortaleza en España que en otros países de la UE que han precisado ayudas de los socios europeos. "No es razonable que la deuda pública española reciba un tratamiento similar a la de estos países", alerta la CECA, tras asegurar que una medida de estas características tendría un impacto "muy negativo" sobre la consideración de la deuda española como valor estable.

Las cajas recuerdan que España ya ha realizado un plan de recapitalización que impuso a las entidades unos niveles de capital de los más exigentes de Europa y que en los últimos 18 meses las cajas de ahorros han llevado a cabo un "notable esfuerzo de saneamiento, consolidación, eficiencia y capitalización". En este sentido, la Confederación alerta de que el plan previsto por la Comisión puede poner "en peligro" los avances alcanzados hasta ahora e impedir que se concreten todos los beneficios que seguirá generando la reestructuración del sistema financiero español. La patronal del ahorro entiende que el plan propuesto por la Comisión puede generar el efecto contrario al deseado, minar la confianza de los mercados en España y sus entidades financieras y elevar la prima de riesgo.