El presidente de la CEOE, Joan Rosell, propuso ayer que el despido improcedente para los nuevos contratos indefinidos se rebaje a 20 días (de los que 8 los abonaría el Fondo de Garantía Salarial, Fogasa) y el procedente "a 12 días o nada". Esta es una de las principales propuestas que la CEOE presentó de cara a las elecciones generales del próximo 20 de noviembre.

En la actualidad, la indemnización por despido improcedente es de 45 días para los indefinidos ordinarios con un tope de 24 mensualidades y de 33 para los fijos a través de un contrato de fomento del empleo estable con un tope de un año de salario.

Ahora, lo que pide la CEOE es que se cree un nuevo contrato indefinido -los otros dos seguirían en vigor- con una indemnización de 20 días y un máximo de un año de sueldo. Esta reivindicación, como recordó Rosell, no es nueva, pero sí el que pidan que el Fogasa abone 8 días de los 20 totales.

Además lo que también demandan a todos los partidos es que aprueben que la indemnización del despido procedente por causas económicas se reduzca de 20 a 12 días "o nada".

Otra de las medidas que la patronal quiere que los partidos lleven en sus programas electorales es la fijación de un copago (que el usuario pague parte del coste) en materia de sanidad, de justicia y de educación.

La CEOE también aspira a que se regule el derecho a la huelga, porque, como destacó Rosell, no se puede parar un país porque un determinado grupo organice un paro cuyos daños sean mayores que los derechos que se defienden. "Constatamos ya definitivamente, y los hechos demuestran que la legislación española no sirve para la nueva economía, está obsoleta", señaló el presidente de la patronal.

La CEOE también reclama rebajas de impuestos y recortes en el sector público. Pasar los festivos a lunes para evitar puentes largos a mitad de semana y restablecer el crédito a las empresas y las familias completan las propuestas de los patronos.

Rosell afirmó que el conjunto de propuestas se las han enviado a los sindicatos. Los representantes de los trabajadores no tardaron en responder. Los secretarios generales de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, tacharon de "muy radicales" las propuestas de la patronal CEOE de cara a las elecciones del 20-N y avisaron de que agravarán la crisis y el aumento del paro y dificultarán el diálogo social.

"Lo quieren todo y lo quieren ya. Parece el lema de los indignados de mayo en la plaza de Sol en Madrid", criticó Toxo en declaraciones a la prensa. "Estamos ante una reedición del viejo, viejísimo programa máximo reivindicativo de los sectores más reaccionarios de la patronal española", lamentó.

"No sé si es que ven en las elecciones generales una oportunidad para sacar adelante estas viejísimas reivindicaciones, pero desde luego no favorecerían en nada primero el desarrollo económico, que es lo que necesita el país para generar empleo, y en segundo lugar un clima de diálogo que me parece fundamental", avisó.

A su juicio, resulta "absolutamente desenfocado" reclamar una nueva ley de huelga "cuando la conflictividad en España se ha reducido a mínimos desconocidos". También criticó que la patronal pida reducir impuestos y cotizaciones sociales, porque pondría en riesgo "la estabilidad presupuestaria y el sistema de seguridad social", y al mismo tiempo exija más ayudas a las empresas.

Por su parte, Méndez insistió en que las propuestas laborales, fiscales y de recorte del gasto público de la patronal son "muy radicales" y "no contribuirían si se llevaran a efecto a resolver los problemas de la crisis", sino bien todo lo contrario. "Yo creo que lo que podrían provocar es un agravamiento de la crisis y que se retrasara la recuperación y podría seguir aumentando el paro", añadió.