Poco a poco, a cuentagotas, van saliendo los actores principales del escándalo de las indemnizaciones millonarias que han cobrado varios ex altos cargos de Novacaixagalicia. El último en hacerlo ha sido Salvador Fernández Moreda, ex presidente de la Diputación de A Coruña, secretario provincial del PSdeG y concejal en el Ayuntamiento de A Coruña. Fernández Moreda es además vicepresidente de Novacaixagalicia y uno de los seis miembros de la comisión de retribuciones de la caja, encargada de velar por los salarios de los máximos responsables de la entidad.

La caja gallega ha desembolsado más de 30 millones en indemnizaciones a cuatro de sus exaltos cargos por su salida de NCG cuando se convirtió en banco. Hasta ahora, Javier García de Paredes es el único que ha anunciado que renunciará a la mayor parte del dinero.

Moreda, que desde que había estallado el escándalo de las indemnizaciones no había realizado ninguna declaración, aclaró ayer varias dudas: no va dimitir como consejero, como hizo su compañera de partido Mar Barcón, también consejera de la caja; el consejo no aprobó las indemnizaciones y cuando se vaya de la caja lo hará "por la puerta grande".

Hasta en tres ocasiones dejó claro que no iba a abandornar su cargo como consejero. "No dimito porque no he hecho nada", aseguró a preguntas de los periodistas a la salida del pleno extraordinario que se celebró ayer en el Ayuntamiento de A Coruña.

El vicepresidente de Novacaixagalicia insistió en que el consejo de administración de la caja no había aprobado las retribuciones, aunque no dijo si lo había hecho la comisión de retribuciones. "Yo también puedo calificar de obscenas y desproporcionadas las indemnizaciones pero el consejo de administración no ha aprobado ninguna indemnización", aseguró tajante.

Por tercera vez, Moreda reiteró que no iba a abandonar su sillón de consejero. "No dimito porque el consejo no ha hecho nada ilegal ni irregular", apostilló.

Tampoco arrojó mucha más luz acerca de si el consejo conocía la cuantía de las retribuciones. "Yo sé lo que aprobé en el consejo y lo que no. Lo único que pasó fue que el consejo se dio por enterado de que existían unos contratos, que contemplaban unas indemnizaciones", apuntó Moreda, quien explicó que "las indemnizaciones provienen de los contratos".

Pero quizá lo que más llamó la atención es la forma, según él, de la que saldrá de Novacaixagalicia. "Le queda poco tiempo de vida (al consejo) y cuando me vaya de allí me iré por la puerta grande", apuntó. Moreda no fue el único en hablar ayer de las indemnizaciones. También lo hicieron Alberto Núñez Feijóo y Mariano Rajoy.

Feijóo insistió en que es al Banco de España "el regulador exclusivo" al que le corresponde velar por el respeto a las pautas de comportamiento, por lo que le demandó que "actúe y ejecute las competencias que le corresponden".

El presidente del Ejecutivo gallego defendió que ni él ni otros presidente de la Xunta, desde Manuel Fraga a Emilio Pérez Touriño, tuvieron conocimiento de las indemnizaciones y los planes de pensiones pactados para los directivos que abandonaban las cajas. Por eso replicó al secretario xeral del PSdeG, Pachi Vázquez, que "no es razonable" que le exija responsabilidades sobre cuestiones sobre las cuales carece de competencias.

La pasada semana, el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, reclamó conocer los contratos de los directivos de Novagalicia banco tras la polémica por las indemnizaciones de los exdirectivos de la entidad.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, se declaró ayer "radicalmente en contra" de las "bochornosas" indemnizaciones que se atribuyen los directivos de las cajas de ahorros cuando las abandonan. Rajoy también afirmó que le parece bien que los actuales responsables de Novacaixagalicia exijan a sus predecesores que devuelvan las cuantías de indemnización que se han adjudicado y que se investigue lo sucedido en la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).

Aunque realmente la plantilla que queda vinculada a Novacaixagalicia, la de la obra social, está al margen a efectos legales y prácticos de la batuta de José María Castellano, el presidente de Novagalicia Banco aceptó el encuentro con los representantes de esos más de 300 trabajadores. Muy intranquilos con su futuro ante la caída en picado de los fondos que hoy por hoy tiene la entidad para mantener sus inversiones y el personal.

La reunión en A Coruña dejó un buen sabor de boca a los sindicatos, que alaban "la cordialidad" y el "compromiso" que el primer ejecutivo les trasladó hacia su trabajo y el futuro del departamento. De uno y otro lado, caja y banco, buscan fórmulas para elevar la participación de la primera en el capital del segundo y así garantizar los ingresos de futuros ejercicios en la obra social. Del actual 6,7% a "lo máximo posible", en palabras de Castellano, según los asistentes. La intención inicial es "intentar" alcanzar un 15%, como se viene hablando desde la segregación. Pero Castellano ya les avisa de que "la prioridad" en estos momentos es garantizar la viabilidad del negocio.

El presidente de Novagalicia Banco se ha comprometido también a facilitar el contacto de los representantes de los trabajadores con los tres miembros designados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para el consejo de administración de la entidad. Los sindicatos quieren solicitar al Banco de España que los ingresos que en su día le corresponderán por el 12% de interés al que hay que comprarle sus acciones -el 93% del capital, casi 2.500 millones de euros- se trasladen directamente a la obra social.