Novacaixagalicia Banco vio ayer la luz después de que la Dirección Xeral de Política Financeira e Tesouro, dependente de la Consellería de Facenda, estampase al fin su firma sobre la autorización a la segregación del negocio financiero de la caja gallega a un banco. El equipo de la entidad cumplió el plan y los plazos inicialmente previstos a toda prisa. La intensa agenda plagada de reuniones no se cerró hasta que a las siete y media de la tarde, el presidente ejecutivo, José María Castellano, concluyó su primera reunión como ejecutivo con los representantes sindicales y el consejero delegado de la entidad, César González-Bueno, abandonó la sede de la extinta Caixa Galicia en A Coruña. El ya exdirector de ING en Europa ponía fin a su primer día de trabajo al frente de la entidad y hoy se incorporará a su despacho, en Vigo.

La Xunta estiró la cuerda hasta el final. El Gobierno de Feijóo se resistía a firmar la autorización que al mismo tiempo suponía su renuncia definitiva a la tutela sobre la entidad creada de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova que la Xunta defendió. Era el último paso para finiquitar Novacaixagalicia, que de momento mantendrá su naturaleza jurídica como caja, aunque se convertirá en una fundación gestora de la obra social, al perder su mayoría sobre el capital del banco.

Los intensos contactos con José María Castellano y los responsables del Banco de España que Facenda mantuvo el lunes y martes pasados continuaron a primera hora de la mañana de ayer hasta que, a mediodía, el documento salió de San Caetano y permitió que los copresidentes de Novacaixagalicia, Julio Fernández Gayoso y Mauro Varela, firmasen la escritura de constitución de NCG Banco ante el presidente del colegio notarial de Galicia, José Manuel Amigo Vázquez, en el centro social de Novacaixagalicia en Santiago, el edificio de la plaza de Cervantes que albergó muchas de las negociaciones de la fusión de las cajas el año pasado.

Era el último permiso que faltaba para la creación de NCG Banco tras los que habían expedido el Ministerio de Economía, el Banco de España, la Dirección General de Seguros y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). A la constitución asistieron además José María Castellano, y los consejeros independientes Roberto Tojeiro y Carlos González. Las escrituras -una de segregación de activos y otra que modifica los estatutos de la caja para permitir la creación del banco- se presentaron a mediodía en el registro mercantil de A Coruña, donde el banco tiene su sede social. Gayoso y Varela fueron los representantes de Novacaixagalicia -de momento, la única propietaria- en la junta de accionistas, que se celebró en A Coruña, porque la ley exige que se reúna en la ciudad en la que la entidad tiene su sede social, y designó a los nueve consejeros propuestos por Novacaixagalicia.

Tras este encuentro, a Gayoso y Varela se unieron el presidente del banco, José María Castellano y el consejero delegado, César González-Bueno y los restantes consejeros independientes designados por Novacaixagalicia, el expresidente de Deloitte, Carlos González; el presidente de Gadisa, Roberto Tojeiro; el inspector de Hacienda y exconselleiro de Economía, Jaime Trebolle; el presidente de Servired, José Manuel Gabeiras; y el exdirector general de Kutxa, Xabier Alkorta, para constituir el consejo de administración de la entidad, que aprobó el nombramiento de Castellano y González-Bueno. El director general de la Cámara de Comercio coruñesa, Gonzalo Ortiz, fue designado secretario y Francisco Serna, vicesecretario. El consejo dio luz verde además a la creación de las comisiones de riesgos, auditoría; nombramientos y retribuciones; la comisión ejecutiva y a la constitución de un consejo asesor del presidente. Los consejeros dieron los primeros pasos para que la entidad empiece a operar hoy y Castellano detalló el plan de recapitalización aprobado por Novacaixagalicia.

La caja será la única accionista del banco, que nace con un capital social de 1.716 millones de euros (patrimonio neto), hasta que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) inyecte el 30 de septiembre los 2.465 millones de euros a través de una ampliación de capital. Desde entonces y por un plazo máximo de tres meses, el FROB tendrá el control del accionariado, a la espera de los inversores que capte José María Castellano hasta final de año.

El nacimiento del banco se produce sin que el Banco de España haya hecho pública la valoración que hace de la caja, que servirá de referencia para la entrada de los inversores y establecer un reparto de acciones. La cifra está pendiente de negociar, a pesar de que la Xunta intentó que el supervisor le garantizase un precio mínimo que asegurase que Novacaixagalicia tendrá el peso suficiente en el accionariado para sostener con sus dividendos la obra social. El valor definitivo saldrá de una negociación entre el Banco de España, NCG Banco y los inversores, por lo que la Xunta no tendrá opción a participar.

Una jornada intensa para cerrar un calendario histórico

El día del nacimiento de NCG Banco amaneció sin permiso de la Xunta, pero antes de las tres de la tarde ya estaba registrado y tenía junta de accionistas y consejo de administración. César González-Bueno (arriba) fue el último en abandonar la caja tras los actos oficiales y varias reuniones de trabajo. Antes dejaron la sede de Novacaixagalicia los consejeros Mauro Varela (arriba dcha.), Jaime Trebolle (abajo izda.), Julio Fernández Gayoso, Roberto Tojeiro y Carlos González (de izquierda a derecha). Castellano se reunió luego con la plantilla.