A los máximos responsables de Novagalicia no les cuesta reconocer abiertamente que la entidad tiene el ladrillo atragantado en las tripas del negocio. De ahí también que en un sector muy dado a los eufemismos, el presidente, José María Castellano, presente sin medias tintas la Unidad de Gestión de Activos Singulares (UGAS), una de las cuatro áreas del negocio, un banco malo para exprimir las desinversiones. El 17,7% de sus activos está ligado a la actividad promotora, que asciende al 38,3% con la suma de las hipotecas al cliente doméstico, que no son el problema.

La morosidad en el caso de los créditos que piden los particulares para la compra de vivienda se situó al cierre de septiembre en solo el 1,67%, lo que además supone un ligero descenso frente al 1,75% registrado en diciembre de 2010. El gran quebradero de cabeza apunta directamente al dinero que se deja a las constructoras, donde la tasa de impagos escaló en estos nueve meses del 22,6% al 26,89%, con casi 750 millones de euros más en viviendas y suelo adjudicados como dación de pago hasta alcanzar los 2.850 millones.

Pese a que en este ejercicio el banco logró reducir los créditos a la actividad inmobiliaria, por encima de los 1.000 millones de euros, el volumen de financiación a promotores y constructores llegó en el tercer trimestre del año a los 11.191 millones de euros. Por encima de las cifras del pasado 2010. La entonces caja declaró 11.150 millones. Del total, 9.236 cuentan con garantía hipotecaria, según la información remitida ayer por la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En situación de dudoso hay 3.010 millones en préstamos y otros 1.914 millones reconocidos como subestándar.

El importe de los préstamos a particulares para la adquisición de un piso asciende a 14.876 millones, lo que supone una reducción del 7,6% comparado con el fin del año pasado. Hay únicamente 248 millones con la condición de dudosos.

La cartera de inmuebles que cae en manos de la entidad por impago, en cambio, sigue un vertiginoso ritmo de incremento, un 35% más que hace nueve meses, con 920 millones de euros en inmuebles terminados, otros 301 millones en edificios en construcción, y más de 1.300 millones en suelo. El resto de activos inmobiliarios adjudicados rozan los 300 millones. La cobertura para contrarrestar la caída de valor por el pinchazo de la burbuja es de 871 millones.

La elevada exposición inmobiliaria es, de lejos, el principal protagonista en el capítulo de riesgos directos. El grupo Novagalicia suma una inversión crediticia de 52.210 millones de euros, con 4.415 millones bajo la categoría de dudosos, lo que deja una tasa de morosidad general del 8,46%, algo más que un punto que en diciembre, del 7,15%. La comunicación oficial de sus resultados hace apenas una semana reflejaba únicamente la tasa de la matriz, sin el negocio consolidado, con nivel de impagos del 7,70%. Las provisiones bajaron de 2.240 millones a 2.045, con lo que la cobertura de la mora pasa del 57,5% al 46,3%. Del 98% si se cuentan las garantías propias de cada crédito. El informe también detalla la exposición del banco a la deuda soberana de los países periféricos. Novagalicia cuenta con 6 millones de euros vinculados a Grecia, 134,5 millones a Portugal y 155,8 millones a Italia. La exposición en España se reparte en 3.777 millones de deuda pública y 1.830 millones de operaciones con las administraciones.

Ante el cierre de la financiación mayorista y los elevadísimos intereses que los inversores piden para prestar en el mercado, el banco gallego presume de liquidez y de los instrumentos financieros con los que cuenta para afrontar "situaciones excepcionales". Los activos elegibles en la póliza del Banco Central Europeo suman 3.614 millones de euros, a los que se añaden 1.200 millones más en renta fija con una calificación superior a AA y renta variable. "La capacidad de emisión de valores, entendida como una fuente adicional de liquidez, asciende a 3.500 millones de euros", apunta Novagalicia en su informe.

En esta segunda mitad del año, la entidad afronta vencimientos de 1.743 millones, "de los que 815 se corresponden con cédulas hipotecarias y territoriales que permitirán engrosar la capacidad de emisión de valores y/o los activos líquidos pignorables". Una posibilidad que se repite en 1.440 millones de los 4.818 en amortizaciones que le esperan el próximo año. ¿Y si el mercado da la espalda a las emisiones de deuda, como está ocurriendo? Novagalicia recuerda que existe la posibilidad de titulizar estos activos. Ya lo hizo en septiembre. Una titulización hipotecaria de 1.500 millones de euros.

Precisamente, el banco remitió también ayer a la CNMV el folleto para la emisión de 2.000 millones de euros en pagarés. La nueva moda en el sistema financiero español. Empezó el Santander en septiembre y el resto le siguió. Solo en octubre, el sector captó más de 14.000 millones para reforzar su liquidez. Los minoristas pueden invertir desde 1.000 euros, y los institucionales a partir de 50.000. La rentabilidad dependerá del vencimiento, que llega a un año.

Hasta septiembre, Novagalicia había prejubilado a 970 trabajadores de 1.227 previstos, con 136 bajas a mayores. El cierre de oficinas llegó a 262, a las que se unen 60 más entre octubre y noviembre. Junto a la integración tecnológica, el ajuste de red y plantilla permite un ahorro de los gastos de explotación de 146 millones. La entidad cifra el coste de las medidas en 68,4 millones en 2011.

El plan para la reducción interna del capital que necesitaba la entidad para cumplir con el decreto de solvencia -y que finalmente desencadenó en la nacionalización del 93,16%- abarcaba la cartera de participadas. Desde diciembre, y en los meses previos a la bancarización, se ejecutó la venta de un 20% de Energías Renovables de Fisterra, el 100% de Transporte Aéreo Mar de Vigo; Crecentia, la firma de inversión en capital creada junto con el bipartito; 15 sociedades del Grupo Resa y Siresas; el 2,89% de Plásticos Ferro; la inmobiliaria Blancacima del Noroeste y Multiopción. Además, la cesión de los derechos de suscripción en las ampliaciones de capital en Sacyr diluyó su participación el grupo hasta el 7,697%. De todas las operaciones, solo tienen impacto en la cuenta de resultados consolidada los beneficios por la salida de Dinak, algo más de 1,3 millones, y de CXG Publicidad Directa, con 1,213 millones. La presencia en cotizadas se reduce a nueve compañías: Banco Pastor, Adolfo Domínguez, GAM, CLH y Tavex (5%). Un 4,08% de la inmobiliaria Quabit, con un grave problema de deuda. El 6,89% de Elecnor, el 6,733% de Sacyr y el 20,05% de Tecnocom.

El primer informe económico oficial de Novagalicia aporta detalles sobre la intensa polémica de los últimos meses alrededor de los pagos a los antiguos directivos de la entidad y las retribuciones también a los recién llegados. Los consejeros que asumen ahora las riendas del banco recibieron desde el 14 de septiembre al 31 de octubre, es decir, mes y medio y con la entrada de los tres representantes del FROB -con una suma total de 12 miembros-, más de 186.500 euros. La cantidad es mayor que la destinada al consejo de Novacaixagalicia, a la anterior cúpula, desde el día en el que se hizo efectiva la fusión y hasta que se formalizó la creación del banco. Es decir, nueve meses y medio, una diferencia que fuentes de la entidad atribuyeron al muy distinto perfil de uno y otro órgano, y de sus miembros, y asegura que son cantidades conocidas y aprobadas por el Banco de España. En ese mismo periodo, los altos cargos que llevan la gestión del negocio se embolsaron en Novacaixagalicia casi 3,5 millones de euros, una media de 383.000 euros al mes. En el mes y medio del nuevo proyecto, las retribuciones a la dirección ascendieron a 510.000 euros, lo que se mueve alrededor de 340.000 euros por mensualidad.

El informe remitido a la CNMV detalla, sin nombres, que el ex director general, José Luis Pego, y Gregorio Gorriarán y Óscar Rodríguez Estrada, procedentes de Caixanova, se repartieron una indemnización "salarial" de 13.230.852,27 euros brutos, y una aportación futura hasta la edad de jubilación al plan de pensiones de 6.796.170,24 euros. En total, 20.027.022,51 euros entre los tres. El otro antiguo directivo, ex director general adjunto, Javier García de Paredes, obtuvo una indemnización "salarial" de 5.580.544,75 euros y una aportación por pensión de 4.230.840,78, lo que suma 9.811.385,53 euros, antes de negociar la devolución de una parte.