La agencia de calificación Standard and Poor's (S&P) consideró hoy que los nuevos gobiernos de Italia, Grecia, Bélgica y España tienen ahora la oportunidad para acelerar las reformas necesarias mientras dure lo que denomina como "luna de miel" con los mercados.

En una conferencia telefónica, Moritz Kraemer, responsable analítico de la agencia para la calificación de notas soberanas de gobiernos europeos, dijo que no solo es importante lo que pase en la cumbre del jueves y viernes a nivel europeo para superar la crisis de la deuda en la eurozona, sino también las medidas que tomen los Estados miembros a nivel nacional.

Para S&P es importante que, sobre todo en aquellos países que han experimentado presión por parte de los mercados, los paquetes fiscales sean creíbles y equilibrados, en el sentido de que el proceso de reformas no se base solamente en ajustes fiscales, porque eso podría ser contraproducente, señaló.

"Tenemos o pronto tendremos nuevos gobiernos en cuatro países: Grecia, Italia, España y Bélgica, todos países que han visto últimamente aumentos en sus primas de riesgo en diferentes grados. En principio esto es una buena plataforma para que se implementen estas medidas políticas a nivel nacional mientras dure la luna de miel", dijo Kraemer.

La agencia señaló que la cumbre representa una oportunidad para la eurozona de romper con el patrón de respuestas políticas que han sido percibidas por los mercados como defensivas y parciales y superar sus intereses y preferencias nacionales para elaborar un paquete cohesionado y coherente capaz de restaurar la confianza en los mercados.

“Mientras opinamos que los políticos conocen los desafíos y trabajan fervientemente en una solución, la experiencia muestra (...) que, si no tienen éxito (en la cumbre) habrá posiblemente otra degradación en los niveles de confianza de los mercados, y eso dañaría las previsiones económicas, que se asemejan cada mes algo más a una recesión", sostuvo.

Por otro lado, tanto los inversores como la agencia de calificación evaluarán si un pacto fiscal ayudará al BCE a reconsiderar su postura con respecto a su papel en la crisis. Kraemer consideró natural la reticencia del BCE a asumir un mayor papel en la compra de deuda soberana, la cual atribuyó al "riesgo moral" que puede implicar.

Recordó que cuando el BCE comenzó a comprar deuda de países con problemas como Italia y España tras el acoso de los mercados en agosto y las primas comenzaron a bajar, el paquete de medidas fue modificado en Italia. "Para que el BCE pueda sentirse más cómodo, el primer paso debe venir de los gobiernos" en la cumbre, apuntaló.