El 31% de los trabajadores españoles están sobrecualificados, es decir, tienen un nivel de formación superior al que exige su trabajo. Se trata de la tasa más alta de toda la UE y supera ampliamente la media comunitaria, que se sitúa en el 19%.

Después de España, Irlanda (con el 29%) y Chipre (27%) son los Estados miembros con un porcentaje mayor de trabajadores sobrecualificados, frente a la República Checa y Eslovenia (7%), que registran las tasas más bajas, según un estudio de la oficina estadística Eurostat.

En los grandes países de la eurozona, la tasa de sobrecualificación entre los adultos de edades comprendidas entre 25 y 54 años se sitúa en torno a la media de la UE, excepto en el caso de Italia, donde es muy inferior (13 %). Alemania y Reino Unido superan el 20% y Francia registra el 19%. Los datos de Eurostat corresponden al año 2008.

La sobrecualificación es aún más grave en el caso de los trabajadores extranjeros en España, colectivo en el que supera el 58%. Sólo los trabajadores extranjeros en Grecia sufren una tasa de sobrecualificación superior (62%).

El informe de Eurostat destaca las grandes diferencias en el Estado-y también al resto de Estados miembros-entre los trabajadores nativos y los extranjeros, no sólo en materia de sobrecualificación, sino en cuanto a riesgo de pobreza (que afecta al 18% de los nativos y el 32% de los extranjeros) o la probabilidad de residir en una vivienda amontonado (3% frente al 12%).