El presidente del Gobierno español en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó ayer su satisfacción con los acuerdos alcanzados en Europa y sostuvo que, tras los últimos pasos dados por la eurozona, se ha andado "la mitad del camino" para salir de la crisis, aunque advirtió de que quedan reformas pendientes por acometer en Europa y España.

Distanciándose de las posiciones de otros sectores de la izquierda europea, el socialista Zapatero señaló además que "el mayor estímulo" que necesita la economía en este momento es el control del déficit, para reducir "drásticamente" las tensiones de los mercados, que vuelva la liquidez a los bancos y fluya el crédito a empresas y familias.

Ahora toca imponer disciplina fiscal y una vez que se consiga, según Zapatero, se podrán poner en marcha otros estímulos de distinta naturaleza, fiscales o monetarios, para fomentar la actividad económica y la creación de empleo. "Pero de momento, esto es lo más importante", argumentó Zapatero.

"La luz, aunque sea todavía lejos, se ve al final, y el primer paso es la recuperación de la confianza", ya que "si la presión sobre la deuda permanece indefinidamente, la recuperación económica, clave para el empleo, será mucho más difícil" dijo el presidente del Gobierno en funciones tras su último Consejo Europeo.

A su juicio, con la decisión adoptada ayer de avanzar hacia un tratado intergubernamental para reforzar la unión fiscal entre la mayoría de los miembros de la UE Zapatero cree que el objetivo de recuperar la confianza de los inversores y rebajar las tensiones sobre la deuda soberana está más cerca. No obstante, prefirió esperar a que la impresión positiva se consolide por parte de los mercados y las instituciones internacionales en las próximas 24 o 48 horas antes de emitir un juicio definitivo. En principio, las buenas expectativas no se ven menoscabadas, sostuvo, porque Reino Unido haya preferido quedarse al margen del pacto.

Tampoco devalúa el acuerdo, opinó, que España no haya logrado tener derecho de veto sobre el futuro mecanismo de rescate, como pretendía el próximo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Zapatero juzgó que ya es un "avance importante" que, en vez de la unanimidad, se haya optado por la mayoría cualificada del 85% para aprobar la utilización del fondo. Y, aunque admitió que "en dos ocasiones" defendió, como le pidió Rajoy, que la mayoría se elevará del 85 al 90% para permitir que España también tuviera derecho de veto en la toma de decisiones sobre el uso del fondo, "el consenso claro" en el Consejo Europeo hizo prevalecer "la misma regla del FMI", lo que el líder del PP "ha entendido perfectamente", dijo Zapatero.

El presidente español sostuvo que la inmensa mayoría, "por no decir casi todos menos uno" de los miembros de la UE, prefería una reforma de los tratados "con más o menos alcance", pero que la negativa inglesa no iba a frenarles, por lo que, para salvar el impedimento británico, se optó por la "alternativa razonable" como es el acuerdo intergubernamental.

Zapatero desveló, al igual que el presidente italiano, Mario Monti, que también se discutió "bastante" en su reunión sobre la creación de eurobonos. Ambos dirigentes dijeron que, con los acuerdos que ahora arrancan, esa mutualización de la deuda pública europea podría dar pasos adelante el año próximo.

También mandó José Luis Rodríguez Zapatero un recado al Banco Central Europeo (BCE). Aunque sin salirse del ortodoxo respeto a su independencia, pidió al eurobanco que tenga una "posición equilibrada" y que, como la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra, no solo se ocupe de vigilar la inflación, sino que actúe como prestamista de último recurso.

El presidente de la Comisión Europea, el portugués Jose Manuel Durão Barroso, elogió el "sentido de la responsabilidad" de Zapatero en momentos "extremadamente críticos y difíciles" y éste lo condecoró por "haber apoyado siempre a España".

Zapatero llamó al presidente del PP, Mariano Rajoy, y próximo presidente del Gobierno, el jueves, nada más aterrizar en Bruselas, y de nuevo ayer. El presidente en funciones expresó su plena satisfacción por la coordinación durante el Consejo Europeo con su sucesor, lo que "pone de manifiesto", dijo, "cómo debe trabajar un país serio". / Redacción