La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) rebajó ayer un escalón la nota de diez entidades financieras españolas en el marco de una revisión generalizada con motivo de la aplicación de los nuevos criterios y la nueva metodología en la elaboración de las calificaciones de la banca, según informó la propia agencia. Entre las entidades afectadas están Banco Popular -que absorbió al gallego Banco Pastor en octubre-, Bankia, CaixaBank, Banco Sabadell y Bankinter, a los que la entidad aún mantiene en perspectiva negativa.

La agencia revisó en un escalón a la baja la calificación a largo plazo de Bankia, desde A- a BBB+, así como la de su compañía matriz Banco Financiero y de Ahorros, desde BBB- a BB+, lo que implica situar su nota en la categoría considerada bono basura.

Standard & Poor's también bajó un peldaño el rating de Caixabank, desde A+ hasta A y la de su matriz La Caixa, desde A- a BBB+. En esta misma línea recortó también en un escalón la calificación A- que tenían Ibercaja, Kutxa, BBK, Bankinter y Banco Popular, hasta BBB+.

La agencia de evaluación de riesgos también decidió recortar la calificación del Banco Sabadell en dos escalones, pasando así desde A- que tenía hasta ahora a BBB.

En lo que se refiere a la deuda a corto, la agencia decidió mantener sin cambios la calificación de la mayoría de las entidades pese a la modificación de los criterios de fijación de notas. Únicamente el Banco Financiero y de Ahorros vio alterada su anterior calificación, que bajó desde A-3 a B.

Standard & Poor's ya aplicó sus nuevos criterios y metodología de calificación a la nota de Santander, de Santander Consumer Finance, de Banesto y de BBVA el pasado 29 de noviembre, lo que se saldó con la rebaja en un escalón de BBVA, desde AA- hasta A+, y de Santander Consumer Finance, desde AA- a A+. Mientras, la nota de las otras dos entidades financieras permaneció invariable.

La agencia recordó además que la calificación de estas entidades se encuentra desde el 8 de diciembre en revisión con implicaciones negativas después de adoptar una decisión similar sobre la deuda soberana española. S&P prevé tomar una decisión sobre su rating en las cuatro semanas posteriores a la resolución sobre la deuda de España.

Mientras, informó de que no incluyó en la actualización de ayer la calificación A-/A-2 de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) porque tiene previsto aplicarle los nuevos criterios a principios de 2012.