En medio de los cientos de folios que integran los informes individual y consolidado de Bankia de 2011, ya revisados y con el aval de la auditora Deloitte, el grupo sale al paso de las duras críticas sobre la difícil situación en la que están sus accionistas. Ni un año después de la salida a Bolsa, los títulos valen 1,75 euros, cuando la salida se hizo a 3,75. ¿Cómo un banco protagoniza un paso así y estalla solo 10 meses después?

"Las circunstancias que han dado lugar a la modificación de las estimaciones iniciales se enmarcan dentro de factores de riesgo advertidas en el folleto informativo de oferta pública de suscripción y admisión a negociaciones de acciones de Bankia", defiende el grupo, que recoge, "en concreto", la mención a "la existencia de factores de riesgo que podrían afectar de manera adversa al negocio, los resultados o la situación financiera, económica o patrimonial de Bankia o al precio de cotización de sus acciones, lo que podría llevar a una pérdida parcial o total de la inversión realizada". El texto menciona la exposición al mercado inmobiliario, el deterioro de la cartera y los cambios "en los marcos normativos".

Aún así, Goirigolzarri confiaba ayer en que los accionistas vuelvan a apostar por Bankia en la ampliación de capital que hará en octubre para recibir 12.000 millones de la matriz. "Desde luego, creo que cada uno tendrá que tomar sus propias decisiones", matiza. El problema es que si no lo hacen, sus participaciones quedarán extremadamente diluidas frente al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).