A los empresarios de las pymes españolas les convencen muy poco los incentivos de la novedosa modalidad contractual que el Gobierno aprobó a comienzos de año dentro de la reforma laboral, los contratos indefinidos de apoyo a los emprendedores, o al menos no lo suficiente para dar empleo a los menores de 30 años, los más afectados por las dramáticas cifras del desempleo. En los seis primeros meses de vigencia solo 7 de cada 100 jóvenes de entre 16 y 30 años en Galicia que consiguieron un empleo fueron contratados bajo esta modalidad. En España el porcentaje es incluso más bajo: solo un 5% de los menores de 30 años encontraron trabajo bajo esta clase de contratos.

Esta nueva modalidad beneficia a los propietarios de empresas de menos de 50 trabajadores que incorporan a sus plantillas jóvenes, mujeres y mayores de 45 años que estén cobrando el paro. Con la reforma laboral, la contratación del primer trabajador menor de 30 años da derecho al empresario a una deducción fiscal de 3.000 euros, así como a otras bonificaciones, como otra deducción del 50% de la prestación de desempleo que le quedase por cobrar al trabajador contratado. El periodo de prueba al que se somete el empleado es de un año, durante el que puede ser despedido sin pagársele indemnización.

Desde la entrada en vigor de la reforma el pasado 12 de febrero, solamente 1.054 menores de 30 años se beneficiaron en Galicia del que entonces fue calificado por el Ejecutivo como la medida "estrella" en el mercado de trabajo. El total de contratos indefinidos firmados en la comunidad hasta julio es de 14.215, según los registros del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), por lo que el convenio de emprendedores representa solo el 7,4% de los indefinidos. En el conjunto del país la cifra de contratados bajo la modalidad de apoyo al emprendedor menor de 30 años llega a 18.466 personas entre febrero y julio, un 5,6% respecto al número total de contratos indefinidos firmados en España, un total de 325.835.

La evolución de esta modalidad contractual en sus primeros seis meses de aplicación no parece demostrar que haya calado en las pequeñas y medianas empresas del país, tal vez porque impone como condición que en los seis meses previos a la contratación no hayan despedido a nadie.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, y la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, se han encargado de apuntar cada mes desde febrero que alrededor del 50% de los contratos indefinidos acogidos a medidas de fomento corresponden al de apoyo al emprendedor (los 18.466 firmados por menores de 30 años hasta julio en España equivalen al 47% de los 39.334 contratos acogidos a medidas de fomento), pero el volumen que ocupan estos convenios entre las contrataciones indefinidas en el semestre es bajo a tenor de ese 5,6% que representa a nivel nacional (el 7,4% en Galicia).

De los solo 1.054 contratos de fomento para menores de 30 años registrados en Galicia entre febrero y julio, 365 se firmaron en la provincia de A Coruña, 362 en Pontevedra, 190 en Lugo y 137 en Ourense. El mes con más contrataciones de esta modalidad fue marzo, el siguiente a entrar en vigor, con 301 menores de 30 años con nuevo empleo, según los datos del SEPE. En julio la cifra cayó a la mitad, 146, la más baja del semestre después de febrero.

Los sindicatos echan abajo el optimismo en el que se ampara el Ministerio de Empleo, que siempre ha defendido que la reforma laboral demostraría su efectividad cuando España crezca. "Sospechábamos que sería un fracaso. Primero, porque con la crisis hay menos contratación en general. Segundo, porque los contratos indefinidos son poco fomentados en la reforma laboral y se prefiere que sean más numerosos los temporales. Y tercero, porque los beneficios empresariales que supone aplicar estos contratos no son tan buenos al no haber gran volumen de negocio en las compañías", resume José Domingo Barros, responsable de Empleo de UGT-Galicia. "La reforma laboral no mejora la calidad de empleo", concluye.

"El sector empresarial no le da ninguna importancia al contrato indefinido, sigue contratando en precario y el contexto no ayuda a la contratación", secunda Maica Bouza, del departamento de Trabajo de Comisiones Obreras, que recuerda que España es el país europeo con más modalidades de contratación. "Los empresarios ya se apañaban con los contratos temporales sin necesitar el de emprendedores". Sus pronósticos no albergan incrementos en las plantillas. "Cuando el futuro es tan incierto la confianza se ve restringida. Si varían los cuadros de personal será a la baja", sostiene Maica Bouza.