La canciller alemana, Angela Merkel, defendió hoy el plan de compra de bonos soberanos anunciado por el Banco Central Europeo (BCE) porque las perturbaciones en los mercados de deuda están dañando a la política monetaria.

En un encuentro con medios de comunicación, la jefa del Gobierno alemán indicó que en la actualidad el mercado de deuda padece "perturbaciones sistémicas", como reflejan los diferentes tipos de interés que pagan los distintos países de la eurozona por colocar sus bonos soberanos.

La canciller argumentó que los tipos de interés de unos y otros "están ligados" y que esto ha dejado una "política monetaria perturbada", lo que justifica la intervención del BCE en el mercado secundario.

Como ejemplo, Merkel señaló que los intereses que paga en la actualidad Alemania por sus bonos a diez años son muchos más bajos que hace unos años y dejó entrever que este hecho está conectado con el repunte de las primas de riesgo de otras economías de la eurozona.

La jefa del Gobierno alemán añadió que la competencia del BCE es la política monetaria, y que en este ámbito se encuadran sus medidas habituales y sus acciones extraordinarias, como las dos inyecciones de liquidez de diciembre y febrero o este plan de compra de deuda.

El pasado 6 de septiembre, el presidente del BCE, Mario Draghi, anunció un programa "ilimitado" de compra de bonos soberanos bajo una estricta condicionalidad para los países de la eurozona con problemas de financiación.

Por otra parte, Merkel considera "relativamente improbable" que la autoridad europea que debe supervisar la actuación del sector bancario pueda estar a pleno rendimiento el próximo enero.

La jefa del Gobierno alemán reiteró las dudas aireadas este fin de semana por su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, sobre la posibilidad de que el supervisor bancario, integrado en el Banco Central Europeo (BCE), pueda entrar en funcionamiento a principios de 2013, como defienden varios miembros de la eurozona.

Merkel alegó que es "preciso" cierto nivel de "calidad" en el desempeño de las funciones de este nuevo organismo común para facilitar la unión bancaria y que alcanzarlo requiere un tiempo.

A su juicio, la eurozona no puede "decepcionar a los mercados" proponiendo medidas y plazos para salir de la crisis que luego no puede cumplir, como ya ha pasado en repetidas ocasiones en el pasado.

Este tipo de anuncios que posteriormente no se cumplen "ha dañado" la credibilidad de Europa, agregó la canciller alemana.

Schäuble señaló en la reunión informal del Eurogrupo del pasado fin de semana que no cree que el BCE pueda comenzar a supervisar a la banca de la zona euro a partir del 1 de enero de 2013, como propone la Comisión Europea.

Además, Bruselas apostó por que el BCE supervise a los 6.000 bancos de la eurozona, pese a la resistencia de Alemania, que prefiere que la vigilancia se centre en las entidades más grandes.

La creación del supervisor bancario único es un requisito previo para que el fondo permanente de rescate, el MEDE, pueda recapitalizar directamente a los bancos, tal y como se acordó en la cumbre europea de junio.

Este paso beneficiaría a países como España, que se acogería a la recapitalización directa a través de la ayuda europea a la banca de hasta 100.000 millones de euros.

Merkel defendió también hoy el plan de compra de bonos soberanos anunciado por el BCE, porque las perturbaciones en los mercados de deuda están dañando a la política monetaria.

Indicó que en la actualidad el mercado de deuda padece "perturbaciones sistémicas", como reflejan los diferentes tipos de interés que pagan los distintos países de la eurozona por colocar sus bonos soberanos.

La canciller argumentó que los tipos de interés de unos y otros "están ligados" y que esto ha dejado una "política monetaria perturbada", lo que justifica la intervención del BCE en el mercado secundario.

Merkel abogó igualmente por seguir adelante con los ajustes y las reformas en los países de la eurozona en crisis, a pesar de que estas medidas afecten negativamente al crecimiento en un primer momento.