Banco Popular se planta ante los resultados adversos de las pruebas de estrés. El análisis de Oliver Wyman ha detectado un exceso de capital de 677 millones de euros en el llamado escenario base hasta 2014, pero ha elevado hasta los 3.223 millones las necesidades de la entidad en el supuesto de que la recesión se agudizase hasta un 6% en los dos próximos años, entre otros supuestos "improbables" que hacen hercúlea la tarea de aprobar las pruebas. Fuentes del banco que preside Ángel Ron expresaron que éste "cubrirá los requisitos de capital por sus propios medios, sin acudir en ningún caso a los fondos públicos".

La entidad rechaza así de plano tener que emitir bonos convertibles contingentes (CoCos), suscritos por el Fondo Bancario (FROB). En caso contrario se situaría entre los bancos del Grupo 2, sujetos al dictado absoluto de Bruselas, con la obligación de presentar un plan que incluya el traspaso de sus activos deteriorados al banco malo. Si Banco Popular pidiera dinero del rescate, el Banco de España tendría que enviar a la Comisión Europea un restrictivo plan de reestructuración o incluso de resolución, que es un supuesto incluido para este grupo de entidades.

Inminente plan de negocio

El banco, que absorbió hace un año al Pastor, niega este extremo y formulará un "plan de negocio" para solventar el déficit de capital detectado por la auditora independiente. De los resultados conocidos ayer se desprende un escenario de pérdidas previstas por 22.374 millones en el peor de los casos, frente a una capacidad de absorberlas de 19.151 millones. La diferencia entre ambas cantidades es la que dictamina el vacío de capital que el Popular cubrirá con la desinversión de activos y otras medidas de generación o captación de capital.

Asimismo, las pruebas aseguran que el banco generaría 4.153 millones entre 2012 y 2014 en el escenario estresado, por los 5.834 millones del supuesto base.