Dos consejeros dominicales de Novagalicia Banco, en representación de Novacaixagalicia, presentaron ayer su renuncia como miembros del consejo de la entidad presidida por José María Castellano. Los dos consejeros que dimitieron de sus cargos son Gonzalo Ortiz Amor -procedente de Caixa Galicia- y Pilar Cibrán Ferraz -de Caixanova- según informó NCG a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Las renuncias se producen después de que el FROB haya alcanzado el 100% del banco tras ejecutar la operación acordeón mediante la cual inyectó 5.425 millones de euros de ayudas procedentes del rescate europeo y redujo a cero la participación que tenían Novacaixagalicia y una veintena de empresarios gallegos.

Ortiz decidió abandonar su puesto como consejero una vez que la caja perdió su capital en Novagalicia y aseguró marcharse "con la sensación del deber cumplido" porque el banco queda recapitalizado y saneado tras quitar los activos del ladrillo. El camino más difícil en el futuro del banco, entiende, está en la reducción de tamaño pero considera fundamental que el banco se quede en Galicia, "donde tiene garantizada una vida mínima de tres a cinco años".

El consejero de la caja gallega, procedente de Caixa Galicia, asegura que las potencialidades de Novagalicia "están en el propio banco y en el grupo gestor" que tiene al frente, al que califica de "excelente y profesional". Al mismo tiempo, elogia y agradece la colaboración del resto de consejeros de la entidad presidida por José María Castellano.

En relación con el futuro de Novacaixagalicia, que ya es una fundación de carácter especial, Ortiz destaca que se ha defendido el papel de la entidad y asegura que, "bien por vía judicial o mediante la negociación" se puede alcanzar una solución que permita mantener la obra social.