Al grito de "Hasta que cobremos no pararemos" al comienzo y "Con nuestras vidas no se negocia" al final, transcurrió ayer por el centro de A Coruña una multitudinaria manifestación convocada por las plataformas de afectados por preferentes de Galicia. Unas 5.000 personas, según los organizadores, se dieron cita en la ciudad para expresar su oposición a la quita y a los canjes, exigir la devolución íntegra de sus ahorros y reclamar un arbitraje "neutral y transparente" con el que dar solución a sus casos. Durante la marcha, que duró una hora y media y recorrió varias calles ocasionando colapsos de tráfico, los participantes arrojaron huevos contra las fachadas de dos oficinas de Novagalicia y del Banco de España y pegaron carteles demandando la recuperación de todo el dinero que invirtieron en preferentes.

Al final de la manifestación la portavoz de la plataforma coruñesa, Ana María Cedeira, pidió un minuto de silencio por el que denominó "primer suicidio de un afectado por preferentes en Galicia". Cedeira aludió a un vecino de la localidad coruñesa de Melide llamado Santiago que "fue al banco a pedir su dinero y cuando volvió a su casa se ahorcó". El suicido se produjo la semana pasada, contó Cedeira a este periódico, aunque ni el suceso ni la identidad del fallecido, que mantuvo una fuerte discusión en el banco antes de poner fin a su vida, trascendieron entonces.

La marcha se inició ante la Delegación del Gobierno a las 11.30 horas. En ese momento había congregadas unas 2.500 personas, gran parte de ellas de las plataformas de damnificados de A Coruña, Carballo, Ferrol, Ourense, O Salnés, O Morrazo, Arousa y Baixo Miño. "Estamos cansados de oír a los bancos que van a encontrar una solución, pero la única que nos vale es recuperar todo lo que invertimos porque nos han estafado", se quejaba José Manuel Vázquez, portavoz de la plataforma de O Salnés. "Es una injusticia que haya gente que vaya al arbitraje y otra mucha no", opinaba Xulio Vicente, de la plataforma de Baixo Miño.

La marea humana acudió a la manifestación con disfraces, cruces, ataúdes, bocinas, silbatos y una larga ristra de chorizos junto a fotografías de banqueros y políticos españoles. Europa ayúdanos, rezaba otra pancarta, con su lema también escritos en inglés. Cuando la cabecera alcanzó la plaza de Galicia para vociferar protestas ante el Palacio de Justicia y reclamar un trato justo aún llegaban autobuses desde distintos puntos de la comunidad con miembros de otras plataformas que se unieron al grupo.

La ruidosa manifestación prosiguió por Juana de Vega y San Andrés hasta la sede central de Novagalicia en Rúa Nueva, donde se lanzaron huevos contra la fachada y una decena de personas empapeló las paredes con imágenes de responsables financieros y gobernantes. El grupo finalizó su travesía junto al Obelisco, donde otras 2.000 personas se habían congregado para iniciar otra protesta contra la corrupción política y los recortes bajo el lema Nós nos debemos, nós non pagamos y presidida por una pancarta en negro con la leyenda Non ao golpe de Estado financeiro.

Los manifestantes finalizaron la marcha con la intervención de la portavoz de la plataforma coruñesa. Tras gritar que "con las vidas de las personas no se negocia", Cedeira recordó que la mayoría de los afectados no fueron llamados al arbitraje y defendió recurrir a esta vía, "pero no el arbitraje de Núñez Feijóo, sino uno limpio". "La culpa no la tienen en Bruselas, la tienen en Madrid, donde no se supervisó la venta. Los gallegos no pararemos hasta recuperar el dinero", concluyó.

Las miles de personas que ayer colapsaron el centro de A Coruña en la manifestación convocada desde las plataformas de afectados por preferentes y deuda subordinada de Galicia son un claro ejemplo de que los ánimos están lejos de calmarse. Porque llevan un año y medio sin tregua. Y porque pese al desgaste personal, y a que parte de los perjudicados lograron solucionar su problema a través del arbitraje, el colectivo reivindica a estas alturas, y con la misma fuerza, la devolución total de sus ahorros.

Tras la fuerte amenaza del alcalde de Oia, el popular Alejandro Rodríguez, de abandonar el partido junto al resto de sus concejales si no se lograba una solución rápida para los afectados por las preferentes, el máximo responsable del PP gallego en Pontevedra, Rafael Louzán, se entrevistó ayer con él y con otros alcaldes de la zona donde el colectivo es más numeroso, además de plataformas que los agrupan. "No me gusta que utilicen el drama y el dolor de miles de familias para ir en contra del PP", se quejó Louzán, que vincula la actitud del regidor de Oia a las "presiones" de "disfrazados de víctimas de preferentes".

"El PP va a actuar con absoluta entrega y dedicación para dar solución a los miles de gallegos que fueron estafados y engañados masivamente", sostiene el también presidente de la Diputación de Pontevedra, que se agarra a que la comercialización fraudulenta se realizó "con la autorización del Banco de España, que entonces era responsabilidad del PSOE". Al encuentro también asistió el secretario xeral del partido y conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda. A él y a Louzán, el alcalde de Oia les recuerda que "hay que cumplir". Alejandro Rodríguez asegura estar "satisfecho" tras el encuentro con el "compromiso" alcanzado. "Habrá avances muy pronto", señaló el alcalde de Oia, que esperará a ver cómo evolucionan las cosas antes de tomar una decisión.