Galicia ha perdido en los dos primeros meses de 2013 más autónomos que en todo el año pasado. Las 852 bajas contabilizadas en febrero en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) unidas a las 811 que se produjeron en enero suman 1.663, 284 más que las 1.379 que la comunidad registró a lo largo de 2012. Tras esta pérdida de afiliados, la comunidad tiene un total de 212.760 trabajadores por cuenta propia.

Estos datos los dio a conocer ayer la Asociación de Trabajadores Autónomos de Galicia (ATA), que advirtió de que siguen siendo muchos los autónomos que no pueden mantener abiertos sus negocios "ante la falta de estímulos que logren reactivar la demanda". "Mientras no haya políticas que hagan mejorar los niveles de consumo ni mejoren la financiación al sector, afectado por una presión fiscal grande, la sangría va a continuar", pronosticó Rafael Granados, presidente de esta asociación.

Los 1.633 autónomos que entre enero y febrero dejaron de estar afiliados a la RETA suponen una pérdida de 27 trabajadores por cuenta propia al día en Galicia. La cifra es más alta en el conjunto del país, 447 bajas diarias, después de que ATA Galicia registrase 26.846 autónomos menos tras los dos primeros meses del año.

Solo en febrero la comunidad registró casi tantas bajas en el RETA como en los primeros ocho meses del año anterior, 852 frente a las 865. Enero de 2012 había sido también un mes negativo para este colectivo de trabajadores, al registrarse casi 1.600 renuncias, aunque en los meses posteriores se produjeron aumentos que mejoraron la salud del sector hasta la llegada del verano.

La provincia gallega que más trabajadores por cuenta propia perdió entre diciembre de 2012 y febrero de este año fue Pontevedra, que sumó 653 bajas. Le siguió A Coruña con 643. En Ourense fueron 222 y en Lugo, 145.

El sector de actividad en el que más incidencia tuvo la crisis y provocó el descenso de autónomos más grande en la comunidad fue el de la construcción, con el 36,9% de las bajas y un total de 615 trabajadores afectados. El comercio perdió 300 (el 18%), la industria 165 y la agricultura y la hostelería 155. Solo las actividades sanitarias experimentaron un aumento de autónomos, al sumar 33 entre los dos primeros meses.

"Las medidas de apoyo a los autónomos no sirven de mucho si tienen que asumir una carga tan alta de impuestos. Y ademas el consumo ha caído muchísimo. Este año va a ser tan complicado para estos trabajadores como el anterior, especialmente el primer semestre", añade Granados.