La dirección de Alcoa ya aplicó a sus trabajadores de la fábrica de A Coruña la congelación del salario y de los incrementos de complementos en enero y febrero, pese a que los responsables de la planta y el comité de empresa mantuvieron hasta ayer reuniones para pactar las rebajas salariales que quiere imponer la compañía. Las dos partes finalizaron el periodo de consultas sobre el descuelgue del convenio colectivo presentado por la compañía sin llegar a ningún acuerdo.

Los trabajadores verán por tanto reducidos sus salarios sin tener ninguna garantía de que percibirán lo que dejen de cobrar este año cuando la multinacional del aluminio tenga beneficios. Alcoa aplicará la congelación de las tablas salariales en todos sus conceptos hasta el próximo 30 de junio, suprimirá en 2013 la bonificación por resultados a sus empleados (pero no al personal de función directiva) y reducirá a la mitad las dos pagas extra. Cada trabajador perderá unos 4.000 euros de sueldo con estos recortes.

La empresa tampoco incrementará las aportaciones al plan de pensiones de 2013, como llegó a plantear al comité en una de las reuniones celebradas en los últimos quince días. Su contribución se mantendrá en el 25%, después de que hace días la dirección se mostrase dispuesta a elevarla al 50%.

Desde comienzos de año la compañía y el comité de empresa han tratado de negociar sin éxito las condiciones laborales de la plantilla después de que la compañía informase de su intención de descolgarse del convenio para forzar una rebaja salarial del 7% ante la previsión de pérdidas en 2013.

Los trabajadores no verán actualizado su sueldo según el IPC durante los primeros seis meses. Tampoco se incrementarán un 10% -como estaba pactado- otras partidas contributivas, como las primas de turno y de jornada partida. El aumento del 5% para la prima fija queda también congelado, además de una bonificación de vacaciones de 100 euros que los empleados no podrán percibir hasta el segundo semestre de 2013. La eliminación de la prima de competitividad, que se entrega según el rendimiento a lo largo de un ejercicio, le supondrá a Alcoa un ahorro de entre 800 y 1.000 euros anuales por trabajador, aunque el personal de función directiva la recibirá con reducciones de entre el 50% y el 60%.

A pesar de que la dirección de Alcoa y el comité de empresa han tratado de pactar los recortes antes y después de que la compañía anunciase su descuelgue del convenio (con vigencia hasta 2014), la firma ya aplicó la congelación de salarios e incrementos por primas en enero y febrero. La representación de la plantilla denuncia esta situación, al entender que no tiene sentido reunirse a debatir propuestas sobre las condiciones salariales cuando a los empleados ya se les congelan sus salarios desde hace dos meses.

El comité advierte la "mala fe" de la dirección de Alcoa, ya que entiende que nunca ha mostrado voluntad por negociar las retribuciones de los trabajadores. La compañía, por su parte, defiende que siempre se ha mostrado "dispuesta al diálogo" y que no está actuando "al margen de la legalidad", señaló ayer una fuente.

Al no haber acercado posturas y con la inaplicación del convenio ya en marcha, las dos partes podrían incluso llegar a los tribunales si en las próximas fechas continuasen los desacuerdos ante la Comisión de Interpretación y Vigilancia del convenio, un organismo interno con representación del comité y de la propia compañía.

"Para nosotros la propuesta de la empresa es inmoral y ataca directamente a quienes durante un año estuvimos luchando en la calle por una regulación de la energía para que Alcoa siga manteniendo su próspero negocio del aluminio en España", critica la sección sindical de Comisiones Obreras en su blog.