Las cuentas anuales que Pescanova enseñó a su consejo el 27 de febrero de 2013 -relativas a 2012- mostraban beneficios de 36,6 millones. En ese ejercicio de aparente normalidad la multinacional pesquera, presidida entonces por Manuel Fernández de Sousa, incrementó las retribuciones de sus consejeros un 5,8%, hasta más de dos millones de euros entre retribuciones fijas, variables, dietas y "atenciones estatutarias". Este aumento choca frontalmente con la realidad conocida a posteriori. Los beneficios de 36,6 millones resultaron ser pérdidas de 791,4 millones de euros, y la pesquera tenía un agujero patrimonial de 1.487 millones. Pescanova aumentó los pagos a sus trece consejeros cuando ya estaba en situación de quiebra técnica.

El informe anual de gobierno corporativo enviado ayer lunes a la CNMV fue aprobado por el actual consejo, tres de cuyos siete miembros también estaban en el órgano de administración en 2012 (José Carceller, François Tesch y Yago Méndez Pascual). Según el nuevo presidente de Pescanova, Juan Manuel Urgoiti, el consejo actual no ha percibido ninguna remuneración desde que fue elegido el pasado 12 de septiembre.

La alta dirección de Pescanova también vio incrementados sus salarios en 2012. Los trece directores generales percibieron 2.609.000 euros, frente a los 2.161.000 de 2011. Algunos están imputados por la Audiencia Nacional por su presunta responsabilidad en la quiebra de Pescanova.