El grifo del dinero público se ha ido cerrando progresivamente para patronal y sindicatos, que reciben gran parte de los fondos usados para su funcionamiento, especialmente en el segundo caso, de la administración. La crisis ha provocado que el presupuesto de este año se sitúe en niveles similares a los de 2006 y las agrupaciones no son ajenas a este recorte. Las asociaciones de empresarios y trabajadores en Galicia acumularán este ejercicio un lustro de caída continuada de ayudas, pues recibirán 2,3 millones de euros a lo largo de los próximos doce meses, un 6% menos que el año pasado.

Desde que la crisis estalló la aportación de la Xunta, dirigida por Alberto Núñez Feijóo desde 2009, no ha hecho más que menguar las subvenciones directas para sindicatos y patronal. A lo largo de este período las aportaciones de fondos autonómicos de la Consellería de Traballo e Benestar a estos organismos se desplomó más de un 45% al pasar de los 4,3 millones del año en que el PP arrebató San Caetano al bipartito a los 2,3 del presente, según los presupuestos autonómicos para el presente ejercicio.

Este recorte de fondos ha provocado casi 90 despidos en las centrales sindicales desde el inicio de la crisis, una situación que afectó también a PSdeG y BNG, que ejecutaron sendos expedientes de regulación de empleo ante la disminución de sus ingresos. UGT Galicia aprobó hace un año un ERE para 31 de sus 111 trabajadores, pero meses antes le había tocado a la Forga, una fundación vinculada a la CIG en la que se rescindieron 11 puestos de trabajo más otros cuatro suspendidos temporalmente.

CCOO no fue ajena a esta situación y la fundación Forem, relacionada con el sindicato, tuvo que prescindir de otros 24 trabajadores. En Xóvenes Agricultores los despidos afectaron a 20 empleados, un tercio de su plantilla.

Una parte de las subvenciones se pagan en concepto de "participación institucional", un fondo concedido para sufragar los gastos derivados de la participación de las agrupaciones en los órganos de la Xunta", como la mesa de negociación de las administraciones públicas. Al principio tan solo CIG, UGT y CCOO tenían acceso a estas subvenciones, que ahora también ha comenzado a recibir la Central Sindical Independente de Funcionarios (CSI-CSIF).

En 2009 este concepto alcanzaba los dos millones de euros, que se repartían, como ahora, al 50% entre patronal y sindicatos. Esa cantidad ha ido recortándose con el paso de los años a 1.800.000 euros, 1.620.000, 1.500.000, 1.275.000 y 1.200.000 este ejercicio, según las cifras de Traballo e Benestar.

Por otro lado, los sindicatos reciben una partida adicional en los presupuestos que se ha reducido a la mitad desde el inicio de la crisis. En 2009, los sindicatos se repartían 2,3 millones de euros, que pasaron a 2,1 en 2010; 1,9 en 2011; 1,7 en 2012 y 1,2 en 2013. Este ejercicio esa cifra se contraerá un 6% hasta los 1.170.000 euros.