Hijos de Rivera fue una de las veinte empresas que acudió a la llamada del ahora expresidente de Novagalicia, José María Castellano, para invertir en el banco e intentar que la entidad se quedase en manos de inversores autóctonos. Invirtió 4,5 millones de euros y como ya adelantó hace algo más de un año su consejero delegado, la firma dará la batalla para recuperarlos.

Ignacio Rivera mostró la insatisfacción del grupo con el trato dispensado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que les vendió a los inversores gallegos una parte de su capital en el banco y luego los desalojó a través de una operación acordeón para dar entrada al dinero del rescate europeo.

"Hemos reclamado para defender nuestros derechos y recuperar nuestro dinero y estamos a la expectativa", comentó Rivera, quien confirmó que la firma se enfrentará con el FROB en un juicio que se celebrará este mismo año. De momento, está previsto que el 30 de abril se celebre la vista por la demanda de Manuel Añón, el empresario que más capital perdió (25 millones), aunque es posible que las demandas se agrupen en un solo juicio.

Rivera, que confió en que el nuevo equipo que dirigirá el banco tras su adjudicación a Banco Etcheverría-grupo Banesco colabore para lograr una solución, reconoció que hubiera preferido que la entidad se hubiera quedado en manos gallegas, pero dio la "bienvenida" a los nuevos gestores.