Una de las señas de identidad del grupo Inditex desde mucho antes de convertirse en una multinacional con más de 6.000 tiendas en los cinco continentes ha sido su apuesta por los proveedores cercanos. Cándido Hermida, un ebanista que comenzó su carrera en Valdoviño, es uno de ellos. La empresa que lleva su nombre, con sede en Narón, fabrica los muebles que decoran las tiendas de Inditex en todo el mundo, y exporta el 90% de su producción.

Hasta el estallido de la crisis, Inditex no ha empezado a destacar en público lo que genera en las empresas que le venden bienes y servicios. En la última junta de accionistas, el pasado mes de julio, su presidente, Pablo Isla, recordó que el grupo tiene 6.000 proveedores en España a los que sólo en 2012 compró productos por valor de 3.452 millones de euros. De ellos, muchos, cientos, son gallegos, como también remarcó Isla antes de la inauguración de la tienda de Zara en el 666 de la Quinta Avenida de Nueva York, casi toda ella equipada con productos Made in Galicia, con entre otros, los muebles de Cándido Hermida, las pantallas de la coruñesa Trisom o la fachada a cargo la cullerdense Industrias Caamaño. Ellos y la arquitecta que firmó la reforma, la también coruñesa Elsa Urquijo.

Poco se sabe de estas empresas, todas contagiadas por la alergia a los focos del jefe del emporio, el fundador de Inditex, Amancio Ortega, aunque la mayoría crecen a un ritmo exponencial y en parte, gracias a la relación comercial con el gigante de Arteixo.

Hermida, que hoy cuenta con seis centros productivos, facturó el año pasado 56 millones de euros, un 20% más que en el ejercicio pasado, y tiene presencia en un millar de ciudades de 70 países. Da empleo a 550 personas con una edad media de 37 años, aunque la cifra oscila en función de la carga de trabajo -la flexibilidad es imprescindible cuando se trabaja para un grande como Inditex-, y llegó a superar los 600 empleados durante el año pasado. Inditex es el principal cliente y absorbe el 55% de la producción, pero no el único. Cándido Hermida provee a otras empresas internacionales, especialmente en Francia, donde la matriz facturó más de 11 millones de euros durante el último ejercicio.

El éxito de los proveedores de Inditex con otras empresas tampoco es exclusivo de Hermida. El presidente de Azkar -una firma que debe buena parte de su crecimiento a su relación con Inditex-, José Antonio Orozco, explicaba en una entrevista concedida a este diario lo que una empresa crece cuando mantiene una relación comercial con Inditex: "Inditex es muy bueno para nuestro entorno económico porque hace que los proveedores entrenen y puedan ser empresas importantes en su especialidad para otros entornos".

En las instalaciones de Río do Pozo se sitúan los principales talleres de la compañía, que dedica un 95% de su producción a la exportación, pero en los que se mantienen también los trabajos manuales realizados por artesanos, como ayer se encargó de explicar el propio Cándido Hermida al conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde, que visitó una de sus factorías.