Las renovables en Galicia están viviendo un arranque de año histórico en producción, que se suma además al comportamiento de récord durante todo el pasado 2013, gracias a la dura meteorología de la recta final del ejercicio. En enero y febrero, la generación del desaparecido régimen especial, el que mantenía el derecho a una retribución a mayores de lo recibido en el mercado por su energía, alcanzó los 3.182 gigavatios hora (GWh). Es, según los datos de venta publicados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), la segunda comunidad con mayor producción, solo por detrás de Castilla y León, con 3.872 GWh.

Pero con una diferencia más que sustancial entre una y otra. La comunidad vecina cuenta con 6.942 MW instalados en régimen especial, frente a los 4.522 de Galicia, lo que, a la vista de la producción, las instalaciones gallegas cuentan con una productividad un 26% más alta este año. La comparación con la actividad en el conjunto del Estado es aún mayor. Son 39.481 MW en funcionamiento con una producción total de 20.304 GWh. De media, un 37% de menor rendimiento por cada unidad.

Detrás de las cifras históricas de Galicia está la eólica, que acapara el 69,5% de la producción aportada en los dos primeros meses del año.

Eso no se traducirá de momento en caja para las empresas. Los 1.626 millones de euros a los que tienen derecho los productores del régimen especial por esos dos meses en todo el país se quedan de momento en 529 millones, un 44,77%. La reforma energética permite ir pagando solo en función de los fondos disponibles en la CNMC para evitar aumentos del déficit de tarifa.

El sector eólico tira de las plataformas sociales reivindicativas para dar fuerza a sus quejas sobre el trato del Ministerio de Industria. La patronal española del viento, la AEE, creó un grupo de apoyo, Amigos de la Eólica, con varias iniciativas en marcha. Entre ellas, una recogida de firmas en la conocida web Change.org, que ayer sumaba 1.038 de las 1.500 rúbricas propuestas. "Porque los españoles hemos hecho un esfuerzo para desarrollar la eólica y, justo ahora en que la apuesta da frutos, se quiere tirar por la borda todo el trabajo hecho", denuncia la AEE.