Se terminó un camino tortuoso y que, por momentos, parecía que iba a hacer caer a la segunda multinacional gallega. Pero el juez de lo Mercantil 1 de Pontevedra, Roberto de la Cruz, ha dictado hoy sentencia firme de aprobación del convenio de acreedores de Pescanova. En la práctica, supone que la pesquera abandona la antigua suspensión de pagos, la segunda más grande de la historia empresarial española. Pescanova entró en concurso voluntario el 25 de abril del año pasadoPescanova, con un pasivo que, como se reveló en diciembre, superaba los 4.000 millones de euros.

A partir de ahora el consejo recupera las facultades de gestión, aunque la compañía estará controlada por la Comisión de Vigilancia. En este órgano está la propia empresa, representada por Alejandro Legarda, Deloitte (administrador concursal) y Banco Sabadell (como mayor acreedor). La compañía inicia ahora otro reto, el de completar una compleja reestructuración que la llevará a convertirse en una sociedad limitada, más pequeña, y en manos de la banca.